MADRID, 2 (OTR/PRESS)
En muchos de los diarios de este miércoles aparecen destacadas dos frases que pronunciaron, respectivamente, el ex presidente Felipe González y el presidente Rodríguez Zapatero. En teoría, poco tienen que ver con la política del momento, pero la aplicación que se hace de ambas frases es inevitable. Dijo González, en la presentación de un libro del veterano periodista Alfonso Sobrado Palomares que «rectificar es de sabios, de necios hacerlo a diario». Aunque algunos periódicos retocan levemente ese refrán modificado por Felipe: «Rectificar es de sabios, pero de necios hacerlo a diario», dice uno. Y en otro se lee: «Rectificar es de sabios, y de necios tener que hacerlo a diario». O bien, «Es de necios tener que rectificar a diario». Todos vienen a decir lo mismo, y todos hacen interpretaciones sobre quién era el destinatario de sus críticas. Yo era de los periodistas que asistían a la comparecencia del ex presidente.
¿En qué contexto dijo la frase? Hablaba de la inmediatez que fuerza a actuar y hablar a los políticos, de los efectos de la opinión pública y de la opinión publicada en los políticos, y de quienes llegan a «perder el pudor de cambiar de opinión». También se refería a la «verosimilitud» por cuya virtud se puede decir en los medios informativos cualquier barbaridad, como la que se llegó a decir en su día del propio González: que viendo la serie de dificultades que tenía que afrontar, no había que descartar que recurriera al suicidio…, según escribió un periodista ya fallecido. Pues bien, en esa intervención del ex presidente, muy atentamente seguida por, posiblemente, dos centenares de personas, en la Casa de Galicia de Madrid, González citó también a Azaña, y recordó su opinión: si cada español hablara de lo que sabe, y sólo de lo que sabe, se haría un gran silencio que nos permitiría aprovechar para el estudio.
La segunda frase que se glosa en los diarios de este miércoles pertenece a José Luis Rodríguez Zapatero. Dice: «Cuanto más duras parecen las cosas, más fortaleza parece nacer en las personas». O bien, «Cuanto más duras parecen las cosas, más confianza nace en nosotros», según otra versión. Otro prefiere recoger una frase distinta: «Hay otra oportunidad si hay tesón y compromiso. Las circunstancias adversas pueden superarse». El discurso de Zapatero se producía en la Moncloa, y lo pronunciaba ante Edurne Pasaban, la alpinista de los catorce «ocho miles», que logró establecer ese récord después de no pocas dificultades, adversidades y peligros.
En estas semanas de muy compleja situación política y económica para España y para su máximo dirigente político, se ha visto un claro propósito de Zapatero por enviar un mensaje claro: Soy consciente de que tengo dificultades que superar, pero me siendo con fuerzas renovadas para hacerlo. También: Quien piense que me rindo con facilidad, o que voy a tirar la toalla ante los problemas, se equivoca profundamente. Me crezco ante los problemas…
