MADRID, 22 (OTR/PRESS)
Ya existe «ambiente previo» para la sesión del Congreso del próximo martes, en la que deberá someterse a votación la convalidación del decreto del Gobierno que reforma el mercado laboral. La reforma, ha aparecido hoy divulgada en el Boletín Oficial del Estado. Los 41 folios del texto original del Gobierno se convierten en treinta páginas del Boletín Oficial, que contienen sus 18 artículos, tres disposiciones adicionales, diez disposiciones transitorias, una disposición derogatoria y cinco disposiciones finales. O sea, muchísima «letra pequeña». En una de tales disposiciones finales se determina que el Gobierno, en el plazo máximo de un año desde la entrada en vigor de este decreto-ley, consultadas las organizaciones empresariales y sindicales más representativas, aprobará un proyecto de ley por el que se regulará un Fondo de capitalización para los trabajadores, fondo que deberá estar operativo desde el primero de enero 2012.
La incógnita reside ahora en qué fuerzas políticas apoyarán la convalidación de este decreto-ley. Nuevamente, como sucedió en el decreto del Gobierno de reducción de salario a los funcionarios, congelación de pensiones, eliminación del cheque bebé…, hay dudas muy abultadas sobre qué sucederá en esa votación del martes que viene. Se recordará que en ese anterior decreto del Gobierno se produjo un voto favorable, el de los convergentes encabezados por Durán i Lleida, que hizo posible su aprobación, y que casi todos los restantes grupos mostraron su desacuerdo con el texto finalmente aprobado con sólo un voto favorable de diferencia. Se sospecha que algo parecido podría suceder el martes que viene, dada la ambigüedad con la que se está comportando el PP, que primero dijo que estaba dispuesto a apoyar la reforma, y poco a poco se ha ido alejando de esos propósitos iniciales.
Hoy por hoy, y aunque el ministro Corbacho haya dicho que «el Gobierno confía en que la reforma pueda hacerse con el mayor grado de acuerdo por parte de los grupos», y a la espera de que diga su «penúltima palabra», el PP parece más inclinado a dar su «no» o a lo sumo, abstenerse a la hora de la votación. Por lo menos, los socialistas no cuentan con una eventual actitud favorable. Y, sin embargo, en fuentes socialistas que hoy menciona el diario La Vanguardia, se asegura que «fuentes de la Moncloa» estiman que «el Gobierno tiene asegurada la convalidación del decreto» y que «se da por hecho que contará con apoyo suficiente para sacarlo adelante, y esta vez, sin nervios ni sorpresas de última hora. Al menos en ello confían»…
¿Dónde radica esa confianza del Gobierno? Tanto La Vanguardia como El País coinciden este jueves en señalar que se confía en que CiU volverá a salvar al Gobierno, aunque algún portavoz convergente ya ha anticipado que «de entrada, no», aunque hasta el mismo martes no se conocerá definitivamente la actitud de sus congresistas votantes. Algunos portavoces de los sindicatos, a su vez, han expresado sus miedos a las propuestas que pudiera introducir CiU. Cándido Méndez ha señalado que «lo peor es que aún puede empeorarse más»… Se cree que hasta el martes, fecha de la convalidación, CiU negociará con el Gobierno las condiciones para tramitar el futuro proyecto de ley. Los convergentes desearían estar absolutamente implicados en la reforma laboral que finalmente se implante en España. También el portavoz de ERC, Joan Ridao, ha expresado su voluntad de participar en esas próximas negociaciones. Ahora bien, Convergentes y Esquerra pudieran resultar de difícil entendimiento en sus propósitos de influir en la futura ley…
