José Cavero – Todos contra Eguiguren, obligado al silencio.


MADRID, 19 (OTR/PRESS)

Las manifestaciones y el protagonismo que Jesús Eguiguren ha tenido en las últimas horas, sobre las conversaciones para terminar con ETA mediante el empleo de Batasuna y los restantes abertzales radicales vascos como instrumento para convencer a la banda de la conveniencia de prescindir de las armas y cesar de una vez en sus procedimientos criminales, han molestado, por igual, al PP y al PSOE, su partido. Ya se tenía noticia de que Eguiguren patrocinaba esos encuentros de los abertzales con ETA y esos propósitos de que los unos convencieran a la otra. Llamó la atención, sin embargo, que hiciera públicos estos contactos, y en mayor medida aún, que planteara que debían ser Patxi López y Antonio Basagoiti tomaran a su cargo la marcha de los acontecimientos y la vigilancia de su buen destino.

Y peor aún pareció, a unos y a otros, que Eguiguren diera la relevancia que dio a Batasuna para esta solución. Son todas materias suficientemente delicadas como para que, de inmediato, el PP tras considerar irresponsables las reflexiones del presidente del PSE, exigiera que Eguiguren fuera desautorizado, y eso hizo Patxi López horas después de conocerse sus propósitos. Patxi fue terminante, y zanjó el inconveniente debate abierto por Eguiguren, rechanzando las «opiniones personales» del documento de su compañero. Pero al PP no le ha bastado la desautorización de Eguiguren. Basagoiti, por su parte, en esta complicado tablero político vasco, reaccionó amenazando con romper el apoyo que mantiene al Gobierno socialista si se legaliza a Batasuna… El PP ha insistido en que el PP apoya al Gobierno socialista de Vitoria «sólo para derrotar a ETA en todos sus frentes», lo que no se compadece con las expectativas que Eguiguren daba a los abertzales en unas futuras elecciones con derecho a voto.

Por el contrario, en favor de Eguiguren apareció el peneuvista de línea arzalliana Joseba Egíbar, que ha recomendado al lendakari mayor flexibilidad, y que ha aconsejado que los socialistas se aclaren…

De manera que, una vez comprobado que Jesús Eguiguren, presidente de los socialistas vasco y muñidor de los contactos entre ETA y el Gobierno durante el pasado proceso de paz, incomoda por igual a su partido y al PP por su defensa pública de la apuesta de la izquierda abertzale por las vías exclusivamente políticas y democráticas, veremos cómo su imagen vuelve a oscurecerse y desaparecer en las sombras, convencido por los propios que le han reclamado silencio total e inmediato. El líder del PSE cree que Alfredo Pérez Rubalcaba, ministro del Interior, y Rodolfo Ares, su hombre de confianza y homólogo en el Gobierno vasco, defensores de la política de «mano dura», tienen «secuestrada» la política de pacificación. Su locuacidad en las últimas semanas -es un hombre discreto que se siente más cómodo en la trastienda de la política que en el escaparate mediático- ha sorprendido en Madrid y en el País Vasco y generado tensiones. Y por ello había decidido romper su silencio para apoyar los pasos que la izquierda abertzale para desmarcarse de ETA y forzar a la banda a que declare una tregua, como paso previo a un cese definitivo de la violencia. Ahora volveremos a la situación anterior: el mando vuelve a tomarlo Rubalcaba, en colaboración con Patxi López y el silencio y la cautela exigente de todos los demás. Todos coinciden en que Batasuna y sus abertzales reunidos siguen sin dar pruebas de que condenarán eventuales atentados etarras, y eso sigue marginándolos de la vida política «regular» vasca…

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