Rosa Villacastín – El Abanico – Boda sorpresa de Julio y Miranda.


MADRID, 2 (OTR/PRESS)

Una semana antes de que saltara la noticia de que Julio Iglesias y Miranda se habían casado en la parroquia de la Virgen del Carmen, la pareja estuvo comiendo en el restaurante «El Ancla», uno de los mejores de Marbella. Les acompañaban sus cinco hijos, tres empleadas de hogar, su administrador y un ejército de guardaespaldas. En total 18 personas, a la mayoría de los cuales sentó en su misma mesa, sin distingos de clase, como si fueran miembros de su propia familia. Curiosamente los únicos que fueron invitados y testigos de una boda que ha cogido por sorpresa tanto amigos cómo familiares y periodistas, lo que confirma esa frase tan utilizada de que «quién no quiere no sale en la foto».

Que Julio se haya casado después de 20 años de convivencia y cinco hijos no demuestra más que efectivamente era el momento oportuno para hacerlo. No hay que buscarle tres pies al gato ya que nada impedía al cantante haberlo hecho en otro momento puesto que hace años que tiene la nulidad de su primera mujer. Eso por una parte por otra, es lógico que quisiera darle esa alegría a Miranda -una mujer que se ha dedicado en cuerpo y alma a hacer feliz al cantante-, y a sus hijos, que tuvieron una participación muy activa en la boda religiosa de sus padres, así como en lo que vino después: una ceremonia intima en la capilla que tiene en su finca de Ojen, Málaga, así como en la cena que ofreció a un reducidísimo grupo de amigos y familiares, entre los que se encontraba su hermano Carlos.

Respecto al secretismo con el que se han llevado todos los preparativos, es lógico por tratarse de quién se trata, ya que de haberse filtrado la noticia, la algarabía hubiera sido tremenda, baste recordar lo que sucedió con la boda de Lolita y Guillermo Furiase, lo que les hubiera impedido disfrutar de un día que les pertenece por entero. Cosa bien distinta es la exclusividad de las fotos a una revista del corazón, por más que esta sea su revista de cabecera.

Una equivocación, precisamente porque se trata de la boda de un cantante español, de fama internacional, muy querido en España por más que apenas se hable de sus éxitos por el mundo y se centre toda la atención sobre su vida privada, la de sus hijos mayores, incluso la de su ex mujer Isabel Preysler.

Enviar una foto de su boda a través de una agencia de prensa hubiera sido un detalle por parte de Julio, hacia quienes siempre le han tratado con cariño y admiración.

Dentro de unos días Julio celebrará su 67 cumpleaños. Una buena fecha para sacar el nuevo disco que ya prepara, pero sobre todo para empezar a saborear las mieles de la vida. Pues aunque mucha gente no lo crea para el famoso cantante el trabajo es fundamental, lo sigue siendo, y no es dinero lo que le mueve a recorrer el mundo en una gira enloquecedora por más que lo haga en su jet privado y rodeado de comodidades, sino sus deseos de seguir en activo, disfrutando de los aplausos de un público que le sigue siendo fiel generación tras generación.

Así pues nada cambiará en la vida de Julio tras su boda, o sí, nunca se sabe, ya que se trata de un hombre para quién la música sigue siendo el motor de su vida.

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