MADRID, 24 (OTR/PRESS)
Ya sé que históricamente no lo mismo Coalición Canaria que Convergencia y Unión, que el BNG, que el PNV. Cada uno nació cuando nació, creció en un momento histórico concreto y defiende cosas distintas aunque parecidas. Pero esta en esta España de 2010, democrática, en crisis, complicad, las comunidades que tienen sui propio partido, son, sencillamente, un chollo. Por enésima vez ha fracasado en el Congreso el intento -protagonizado en esta ocasión por UPyD- de arreglar el desajuste electoral que venimos padeciendo desde el principio de la transición. Ni al PSOE ni al PP les conviene dejar de contar con un posible socio capaz de negociar tanto con uno como con otro lo que sea para salvar una votación.
Esta situación de permanente dependencia de los dos grandes partidos puede que escandalice a la ciudadanía pero no va a cambiar y sería absurdo echar la culpa a los pequeños partidos nacionalistas porque si hay que buscar responsables/irresponsables esos son el PSOE y el PP que no mueven un dedo para cambiar el panorama y que son los que han cambiado, cuando han estado en el poder, concesiones por votos. Es la democracia, me dicen, pero no es cierto porque en esa negociación no todas las comunidades parten en igualdad de condiciones y de ahí el largo título de esta breve columna. Insisto: tener hoy un partido como los cuatro reseñados al comienzo, es un chollo.
Pero clamar contra ellos por su egoísmo, carece de sentido y no es justo. A nadie engañan los nacionalistas y cada uno defiende y negocia lo mejor para las comunidades que representan. Si el presidente de todo el estado -sea del color que sea- necesita apoyos y está dispuesto a cambiarlos por algo que mi comunidad quiere, ningún problema: se negocia y punto; las quejas, al presidente del Gobierno, no a mi. Y naturalmente hay quejas porque diga lo que diga el PSOE, la cesión hecha al PNV bordea peligrosamente -y tal vez se moje- en la hasta ahora sacrosanta caja única de la Seguridad Social. Y algo tendrán que decir los sindicatos sobre esto, y las comunidades agraviadas que por ahora son todas porque van a perder dinero. Pero así están las cosas y así seguirán pese a que en cada legislatura alguien intente racionalizar una ley electoral que se nos ha hecho vieja e injusta.
