MADRID, 15 (OTR/PRESS)
Hasta siete grupos parlamentarios han presentado sus enmiendas a la totalidad a los presupuestos generales de 2011. Y sin embargo, son unos presupuestos cuya aprobación se ha dado por hecha desde hace incluso un par de meses, algo que no es frecuente que suceda con una ley, por virtud del entendimiento entre el partido gobernante y el PNV. Pues bien, a partir de ese apoyo de los nacionalistas vascos, el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero busca cerrar un acuerdo mucho más amplio, incluso un acuerdo histórico con el PNV precisamente en el momento y para salvar el momento más apurado de la legislatura. El presidente y el líder del PNV, Iñigo Urkullu, ultiman un pacto contrarreloj que va más allá del apoyo nacionalista a los Presupuestos de 2011 y que alcanza a las medidas pendientes contra la crisis económica, según fuentes nacionalistas. Además, el Gobierno se compromete al desarrollo de 30 de los 32 traspasos pendientes para culminar el Estatuto de Gernika, con la excepción de las competencias sobre prisiones y las políticas pasivas de empleo, que romperían la caja única de la Seguridad Social. El PNV se propuso que el acuerdo se firmara antes de las dos de la tarde de este viernes, dentro del plazo en el que acaba la presentación de las enmiendas a la totalidad de los Presupuestos. Si hay pacto, los nacionalistas no presentarán la enmienda a la totalidad y darán su apoyo a los grandes números del Estado que rechazan las restantes fuerzas políticas, casi sin excepciones. Urkullu expresó este jueves su «voluntad de acuerdo» y añadió que ofrece «estabilidad» al Gobierno porque «contribuye a que la economía vasca se fortalezca a corto plazo».
¿Hasta dónde va ese entendimiento Gobierno-PSOE-PNV? Lo explica con detalle el diario El País, que ha venido documentándose en las negociaciones desarrolladas. El pacto crea una comisión bilateral entre el Gobierno central y el PNV, de la que podrá formar parte el PSE, cuyo objetivo es supervisar el desarrollo y el despliegue del Estatuto vasco, que se plasmará en un calendario que tendrá como plazo el final de esta legislatura. El paquete de traspasos pendientes abarca cuestiones como el crédito y banca, seguros, crédito oficial…, y se materializarán por vía traspaso o convenio, según los casos. Este bloque final de traspasos, junto con inversiones en materia de investigación, completa el acuerdo, alcanzado hace tres semanas, entre el Gobierno y el PNV sobre la transferencia al País Vasco de las políticas activas de empleo. Este acuerdo entre socialistas y peneuvistas no se extiende a la futurible política de alianzas de cara a los resultados de las elecciones municipales y forales del próximo mayo en el País Vasco, pese a las especulaciones en tal sentido.
La negociación la han venido protagonizando el vicepresidente tercero y ministro de Política Territorial, Manuel Chaves, y el portavoz socialista en el Congreso, José Antonio Alonso, con contactos permanentes con el portavoz del PNV en el Congreso, Josu Erkoreka, y el responsable económico de este partido, Pedro Aspiazu. Tanto Zapatero como Urkullu han seguido de cerca la negociación, cuyas líneas básicas acordaron el pasado martes en un almuerzo en La Moncloa, en segundo encuentro «reservado» en pocos días. Pues bien, de cerrarse en las próximas horas este acuerdo, Zapatero se asegura, con la aprobación por el PNV de los Presupuestos de 2011 y de las medidas económicas pendientes para la lucha contra la crisis, su estabilidad política hasta el final de la legislatura. A su vez, Urkullu fortalece la imagen del PNV como partido decisivo en Euskadi, que es capaz de ejercer una influencia básica en los asuntos del País Vasco, incluso cuando está en la oposición al Gobierno de Euskadi. Zapatero y Urkullu, más allá de la coincidencia generacional, concuerdan en la conveniencia de que no se adelanten las elecciones generales por la ausencia de apoyos presupuestarios al Gobierno. Zapatero necesita ganar tiempo y Urkullu requiere separar las elecciones municipales de las generales. Se asegura en medios socialistas que Patxi López ha estado permanentemente informado de los entendimiento de Zapatero y Urkullu.
