MADRID, 30 (OTR/PRESS)
Artur Mas tiene la oportunidad de hacer olvidar a los catalanes el fracaso de un Gobierno, el del tripartito, que llevó a Cataluña al borde del k.o. y de hacer olvidar la degeneración de un proyecto, el convergente, que se consumió hace dos legislaturas. Tiene la confianza de los catalanes y es posible que se gane la credibilidad. No es lo mismo estar en la oposición que en el poder y no es lo mismo mandar en Cataluña que poder ser parte de un proyecto más importante: el español y el europeo. Lo que haga Mas de aquí a 2012, si llegamos, puede ser decisivo para la recuperación catalana y española. El «laboratorio catalán» puede servir mucho para la viabilidad de toda la nación.
Para ello, Mas debería mandar un mensaje de confianza y liderazgo, haciendo cosas como éstas: 1.-Una auditoria de cuentas y de realidades. Levantar las alfombras para ver qué dejan los que se van. No hablo de revancha, sino de conocimiento real.
2.- Austeridad. Reducción de cargos y de consejerías, reducción de sueldos y de gasto corriente. Gestos importantes: reducir viajes, dietas, comidas, teléfonos móviles, coches oficiales* ¿El chocolate del loro? Si, pero con la que está cayendo hasta el chocolate es prescindible, imagínense el loro* 3.- Bajar impuestos en ámbitos competenciales propios. No sólo el de sucesiones. Eso sirve para cambiar el clima y abrir las puertas a los empresarios.
4.- Generar empleo como sea. Es decir, crear las condiciones para que las empresas puedan crear empleo. Atender con prioridad a las pymes y a los autónomos. En Cataluña hay una legión de emprendedores, los botiguers, que están reclamando su lugar en la recuperación económica. Más políticas de innovación y de internacionalización.
5.- Acabar con el clientelismo y con toda sospecha de corrupción. Ni más «3%» ni más casos Millet. Limpieza, transparencia, independencia de los empresarios del poder político.
6.- Reformas estructurales. Básicas para que Cataluña vuelva a la vanguardia empresarial, tecnológica, creativa, cultural, de diseño* 7.- Atención a la educación, la llave del futuro. Puede hacer una sociedad abierta o encerrada en sus peculiaridades. Inteligencia educativa.
8.- Ni un minuto para la demagogia. Demostrar sentido de Estado y responsabilidad política. Convergencia tiene esa capacidad y lo ha demostrado otras veces. Este no es tiempo de aventuras. Es tiempo de arrimar el hombro. Cataluña no se va a salvar sola. España tampoco se va a salvar sin Cataluña.
En los últimos tiempos, empresas como Pirelli, Henkel, Honda, Lear, Cadbury, Nestlé, Merckx, Abbot, Roche, Iveco, Sony, entre otras, han abandonado Cataluña, han reducido empleo sustancialmente o han cerrado oficinas. La prioridad es el empleo. Por encima de cualquier otra tentación, Cataluña necesita atraer inversiones, abrir las ventanas, no cerrarlas, y creer de nuevo en sí misma. Y una última cuestión: ¿es presentable que el molt honorable José Montilla, que ha tenido el gesto decente de abandonar, cobre una pensión de casi 120.000 euros durante cuatro años y de más de 80.000 después?
