José Luis Gómez – El programa económico de Rajoy.


MADRID, 30 (OTR/PRESS)

Mariano Rajoy avanza su programa económico en el diario El Mundo, donde habla de asuntos de calado, que mezcla con otros muy aparentes, más populistas que efectivos. De entrada, una consideración general: su propósito de alcanzar el déficit cero, además de irrealizable en estos momentos, dejaría tieso un país que ya tiene casi 5 millones de parados. Por tanto, cabría esperar del candidato del PP a la presidencia del Gobierno más precisión económica en sus análisis, ya que si no mejora y documenta su receta mal va a conseguir su propósito de arreglar la economía en dos años. Ahorro y crecimiento no tienen por qué ser términos antagónicos en Alemania, pero Alemania, que tiene una envidiable economía productiva y un desempleo socialmente soportable, no es España. Por otra parte, Rajoy pone mucho el acento en medidas que, siendo necesarias, no resuelven los problemas de fondo, como toda esa retahíla de que sobran asesores y empresas y entes públicos. Si realmente quiere entrar en ese debate debería empezar por plantear, como hacen otros compañeros suyos, la desaparición de las diputaciones y la concentración de municipios. Pero no basta con la demagogia ni los chascarrillos, mediante concesiones a la galería como la supresión de los defensores del pueblo.

En política fiscal toca uno de los impuestos que menos recauda, el de sociedades, y pasa de puntillas sobre los grandes impuestos: el IRPF y el IVA, donde propone bajar el que afecta al sector turístico, quizá la medida con más sentido económico real, ya que es la industria que mantiene en pie España, una vez paralizada la construcción, que era el otro gran pilar del país y del empleo. Poco más hay, salvo el inquietante guiño a las nucleares y un toque de atención a los inmigrantes.

Rajoy debería saber que España tiene un grave problema de deuda privada que afecta al coste de la deuda pública, pero que ésta no fue la culpable de la crisis financiera. También conviene que estudie mejor la estructura del déficit público, ya que si llega a presidente no podrá hablar tan alegremente como lo hace ahora. En definitiva, que falta profundidad y precisión en su análisis económico del país. La economía no es lo suyo, pero debería serlo. España precisa crecer al menos un 2% al año para ser capaz de crear empleo y eso requiere otro tipo de medidas económicas, salvo que crea que basta con los ajustes del Gobierno de Zapatero, que en el fondo suscribe. Al presentar sus medidas, Rajoy también debería estar seguro de no afectar la reactivación, que es tan baja que precisa estímulos.

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