MADRID, 10 (OTR/PRESS)
Hasta los barones socialistas quieren que Zapatero se caiga del cartel. Fernández Vara decía que el presidente es dueño de su «no», pero no del sí, porque eso pertenece al partido, es decir que es libre para anunciar que no será candidato, pero que será el partido el que diga sí quieren que siga o no. Es todo un síntoma de lo que está pasando, pero no sólo en España. La carencia de líderes aceptados, de políticos con respuesta para la salida de la crisis -tal vez con la excepción de Angela Merkel, más centrada en su Alemania que en su Europa-, de intelectuales con valores morales para encabezar un cambio como el que se produjo en Europa tras la segunda guerra mundial o en los 70 y en la España de la transición, en la Rusia de Gorbachov, es indudable. Y preocupante.
La lamentable actuación de Europa en el conflicto de los países del norte de Africa, la falta de una política exterior común, una, la que sea, está siendo demoledora, porque, además, tampoco hay nadie que sepa cómo encauzar un asunto de una gravedad geoestratégica que tal vez no atisbamos. En Francia, las encuestas señalan no sólo que Sarkozy lo va a tener difícil para repetir, sino que puede ser superado por Marine Le Pen, la hija y sucesora del ultraderechista Jean Marie Le Pen, que también vencería claramente al candidato socialista, sea el sea. Una victoria de Le Pen, sería una desgracia no sólo para Francia, sino para toda Europa.
En Italia, el caso Berlusconi es para llorar. No tanto porque un personaje como él sea el presidente italiano, como por el hecho, mucho más importante, de que si hubiera elecciones en Italia mañana o el mes que viene, seguramente volvería a ganar, dada la incapacidad de los demás partidos, especialmente de la izquierda, para ofrecer una alternativa coherente. Esa degradación de la política italiana, reflejo tal vez de una sociedad que dio la espalda a los políticos hace años por su comportamiento y por su corrupción, tiene difícil solución.
Y otro tanto podríamos decir de la Unión Soviética, donde Putin sigue siendo el amo de todos los amos y donde hemos pasado del comunismo a otra especie de dictadura de los ricos y de las mafias. O de China, donde los dictadores son aplaudidos y envidiados por los demócratas de Occidente y por un Obama que ha decepcionado muchas esperanzas y que no tiene segura ni siquiera la candidatura por su propio partido. Tal vez debería haber una ITV para políticos donde se diera de baja a los que ya no sirven y los que no merecen ese nombre, los que necesitan que alguien les diga que hay que cambiar piezas, mecánica, ruedas para dedicarse a esa actividad tan noble, tan importante y tan necesitada como es el servicio a los ciudadanos. [email protected]
