Charo Zarzalejos – Hoy, día «D».


MADRID, 21 (OTR/PRESS)

Algo más de 34 millones de electores de los que 800.000 será la primera que se acerquen -o no- a las urnas, tienen en sus manos hoy, dia «D» la suerte de sus gobiernos más próximos. Los que ya están en Gobiernos autónomos y Ayuntamientos y los que quieren llegar se someten al veredicto de los ciudadanos después de que el movimiento 15-M haya laminado la campaña convencional, la de toda la vida.

Hoy ya es pasado la recién concluida campaña electoral y hoy a partir de las ocho de la tarde comenzará el futuro más inmediato de instituciones y candidatos. Después de estas jornadas que son excepcionales en la medida que rompen la rutina política, volvemos, de inmediato a esa rutina. Antes conoceremos los primeros discursos en los que no hay que descartar que todos hayan ganado.

Habrá que convenir que a partir de las ocho de la noche comenzará el recuento de votos para unas elecciones que son municipales y autonómicas, pero en su interpretación y valoración es insoslayable la lectura en clave de generales que por tarde que sean están a la vuelta de la esquina.

Es arriesgado adelantarse a los acontecimientos pero no es descabellado intuir que mañana, día 23, de manera más o menos disimulada comenzará la siguiente campaña, esa que en la que decidirá el último duelo que no es otro que el próximo gobierno de España.

Pero más interesante que todo esto será ver y analizar el devenir del movimiento 15-M, su protagonismo e influencia en la realidad política. Ellos, los jóvenes y no tan jóvenes concentrados en las plazas de España han cuidado sus movimientos y sus palabras. Han demostrado ser capaces de una extraordinaria organización y disciplina interna y con esta actitud han disipado algunos temores. No obstante y el hecho es objetivo, cuando todo vuelva a la rutina habrá que reflexionar sobre la utilización del espacio público. Las concentraciones estaban declaradas ilegales y con buen criterio no han sido disueltas. Todo ello lleva necesariamente a la reflexión. ¿Es irrelevante que una concentración se declare ilegal?. ¿Hubiera sido razonable impedirlo por la fuerza?. Este derecho reconocido al movimiento 15-M .¿Crea precedente para otros movimientos o iniciativas que puedan surgir?. ¿Se puede ocupar sine die el espacio público?

Habrá que pensar sobre todas estas cuestiones, sobre si tiene sentido la jornada de reflexión en los términos ahora establecidos y si lo que decide el Tribunal Supremo es irrelevante. La conclusión puede ser contradictoria. No es irrelevante lo que diga el Supremo y hubiera sido un error de libro impedir por la fuerza las concentraciones. Aunar ambas cuestiones sin caer en la contradicción es todo un misterio.

Hoy, dia «D» no se dilucidan estas cuestiones por lo que el misterio quedará para otro días siempre y cuando haya quienes estén dispuestos a un debate que en opinión de muchos debe abordarse.

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