El «secreto» y los secretos de Rubalcaba.

Alfredo vino a Galicia a dar ánimos a una militancia desmotivada tras el batacazo del 22 de mayo. Además de consejos varios para Núñez Feijóo, críticas al Ejecutivo gallego por la gestión de extinción de incendios y promesas de unos cuantos miles de millones de euros para la Sanidad que no se sabe de donde saldrán, traía un secreto, uno más que añadir a su lista.

Sí, anunció que sabía cómo generar empleo y desinflar la lista de parados, cuyo número se acerca cada vez más a los cinco millones. Anunció que la crisis es menos grave que hace dos años y que “ya se ve una luz al final del túnel”.

El secreto no lo desveló; dijo que lo reservaba para la campaña electoral, que ya advirtió que en ésta no valían las amenazas al estilo “que viene la derecha” o los insultos y descalificaciones al por mayor. Mucho van a tener que reprimirse, o mucho se han enmendado, porque es tanto como renunciar a uno de los tópicos más socorridos de su agitprop. ¿Qué dice Blanco al respecto? No creo que esté por la labor, porque va en su carácter, como dijo el escorpión a la rana en medio del río.

Este último secreto de Rubalcaba no nos interesa. Sabemos que juega de farol. En cambio, ¡cómo nos gustaría conocer otros secretos que guarda en sus archivos akásicos privados! Dicen ahora sus genuflexos aquello que siempre se decía de Fraga: “Tiene el Estado en la cabeza”. Pero además Alfredo conoce todo de todos, como le dijo al diputado Florián intimidándole en el pasillo del Congreso.

¡Cómo nos gustaría que Rubalcaba se confesara ante los españoles antes de iniciar la campaña y nos desvelara algunas de las claves que sólo podemos esgrimir como conjetura! Del caso Faisán, tan reciente, ya se encarga Gil Lázaro de tenernos al corriente, y algún día se sabrá la verdad. No sé si podemos decir lo mismo del 11-M, a pesar de los intentos por abrir un nuevo sumario y a pesar de toda la tinta vertida presentando pruebas irrefutables.

Y ahora, para colmo, la serie-bodrio dirigida por Daniel Cebrián Torallas, hijo del inefable académico, y producida por «Plural Entertainment», una empresa del grupo Prisa, que emitirá la cadena Tele 5. Conviene recordar que este grupo de comunicación (Prisa) se encargó de divulgar la historia de los falsos suicidas de Leganés unas horas antes de la jornada de reflexión. De esto sabe un rato Rubalcaba.

Sí, nos encantaría que Rubalcaba nos contara secretos de este tenor. O yendo unos años atrás: a los del GAL, de Barrionuevo y Vera, de los Damborenea, de Amedo y Domínguez, del señor X; en definitiva, de los papeles del CESID famosos que nunca se desclasificaron por responsabilidad de Estado. ¡Cuántos secretos tiene Rubalcaba!

Es un atentado contra el sentido común, por no decir otra cosa, que Rubalcaba abandere en estos momentos, críticos en el orden político, económico y moral, los estertores de un gobierno y de un partido agonizante.

Sean en otoño o en primavera las elecciones generales, se repite la situación del 96 cuando, con el felipismo completamente desprestigiado por la corrupción, el crimen de Estado y la denigración de la Justicia, se decía que había llegado la hora de abrir una nueva etapa con Joaquín Almunia a la cabeza. «Haz posible con tu voto que gobiernen los progresistas», decía la locución del video de campaña. Curiosamente, el jefe de Estado Mayor a la sazón, y ariete de la campaña del candidato socialista no era otro que Rubalcaba, el del secreto; o mejor, el de los secretos.

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Por Magdalena del Amo
(04/07/2011)
Periodista y escritora
Directora de Ourense siglo XXI
Directora y presentadora de La Bitácora, de Popular TV
www.magdalenadelamo.com

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Autor

Magdalena del Amo

Periodista, escritora y editora, especialista en el Nuevo Orden Mundial y en la “Ideología de género”. En la actualidad es directora de La Regla de Oro Ediciones.

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