Charo Zarzalejos – El lío de los socialistas vascos


MADRID, 13 (OTR/PRESS)

El próximo lunes, día 14, se celebra la famosa Conferencia por la Paz. El anfitrión será el alcalde de San Sebastián, es decir, Bildu. Desde el primer momento, el PNV se sumó de manera sorprendentemente entusiasta al acto porque allí, dicen, todos van a pedir que ETA deje las armas. Y, creen los nacionalistas, que como son tantos los que van a pedir a ETA su disolución, que realmente la presión sobre los terrorista resultaría imposible de mantener de manera que se verían abocados a decretar su propio fin. Esta es la esperanza puesta en escena por el PNV anunciada desde el día uno, aunque bien saben ellos que ETA no está agotada y que el acto que se celebra el lunes es un acto previsto, en sus grandes líneas, por la propia organización terrorista. Algunos papeles oficiales de ETA así lo acreditan.

Que sus promotores acudan en tromba es obligado, que a Bildu le parezca fantástico está en el guión y que al final se esté a un paso de cantar «Kumbaya» entra dentro de lo posible. Lo sorprendente para algunos -no para los que ya vamos cumpliendo años empapados en la política vasca- es que al final, el PSE; es decir los socialistas vascos que tienen el Gobierno vasco han decidido acudir. El primero en anunciar su asistencia fue Jesús Eguiguren, fiel y coherente con sus posiciones. Dijo que lo hacia a título personal. Antes, tanto el ministro de la Presidencia Ramón Jáuregui como el propio lehendakari tildaban el encuentro de acto de propaganda para la izquierda abertzale y ayer mismo por la mañana, el consejero de Transportes, el socialista Iñaki Arriola declaraba públicamente que el PSE no iría a la cita de San Sebastián.

Sin embargo y mientras el lehendakari viaja a Estados Unidos, el portavoz socialista así como el consejero de Interior y los secretarios provinciales deciden que sí, que es bueno estar allí donde se puede caminar a la paz. El mensaje es beatífico y es recibido por la izquierda abertzale con satisfacción inenarrable. El PSE, además de no saber bien que debe hacer y deja que se enreden propios y extraños, con su presencia da cobertura a una Conferencia propia de un país en guerra civil, o de un país asolado por los enfrentamientos entre tribus. El País Vasco no es un país en guerra, ni hay más conflicto que la insatisfacción de quienes quieren un estado vasco y que, todo hay que decirlo, son minoría.

Los socialistas vascos no aprenden de su propia historia y se equivocan de manera innecesaria. En el caso que nos ocupa dando cobertura a una iniciativa en la que no habrá una sola pancarta en la se lea «ETA, kampora, ETA, fuera» y si mucho circunloquio sobre la necesidad de que no haya vencedores ni vencidos. Allí acudirán muchas personas llenas de buena voluntad y muchos más que durante años y años han callado ante los asesinatos y que nadie dude de que ETA contempla el evento con satisfacción porque entre unos y otros resulta que la paz depende de todos y no de quienes la han roto y la volverían a romper si lo creyeran oportuno. Solo ETA ha roto la paz. Lo sorprendente, lo triste es que los socialistas vascos aún no se hayan enterado. Mejor dicho, se han enterado, lo saben pero son víctimas de un absurdo vértigo y eso en política se paga.

Y hablando de pagar, en tiempos en los que la transparencia es una exigencia universal, los ciudadanos tenemos derecho a saber quién paga el evento. Bien está el saber cuánto ganan nuestros políticos o con que o quienes pagan trajes o casas. ¿Quién o quienes han pagado tanto billete de avión, tanto hotel, tanta puesta en escena?. Transparencia para todo y para todos. También para la Conferencia.

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA

Lo más leído