Francisco Muro de Iscar – Sociología de la crisis.


MADRID, 08 (OTR/PRESS)

Buenos servicios públicos, pero sin subir los impuestos. Incluso un poco menos buenos, pero sin pagar más por ellos. Eso es lo que dicen las encuestas sociológicas. Frente a lo que opinan los políticos y los líderes sindicales, los ciudadanos prefieren recortes a subida de impuestos. Me temo que va a haber de las dos cosas…

Los españoles queremos una educación gratuita -desde preescolar hasta la Universidad, donde pagan igual de poco los ricos que los menos favorecidos-; una sanidad gratuita y universal -aunque queda un fleco de unos miles de ciudadanos para que sea realmente para todos-; unas carreteras y autovías de calidad; alta velocidad en el tren por encima de cualquier país del mundo; un sistema de pensiones que no es el ideal, pero que es digno; una justicia gratuita de excelente calidad para los que no tienen medios; polideportivos y teatros o auditorios en casi todos los municipios; y hasta subvenciones elevadas para los partidos, los sindicatos, la patronal y la Iglesia católica. Servicios de calidad que no tienen en países como Alemania o que en otros están cayendo de forma dramática, como Estados Unidos. Y, todo hay que decirlo, en buena medida gracias a las ayudas europeas durante años, y a un cierto derroche que ha permitido que este país, peses a la crisis y al paro, viva mejor que nunca.

¿Y cómo pagamos todo esto? El Gobierno de Rajoy, que sigue sin dar la cara, ha decidido que el mayor peso recaiga sobre los que viven de una nómina. Desde los mileuristas a los que no pueden esconder ni un euro de sus salarios. Más de tres cuartas partes de lo que se recaude por la subida del IRPF lo aportarán los que gana menos de 35.000 euros, mientras que los que ganen más de esa cantidad apenas aportarán un veinte por ciento. A los socialistas se les ha echado en cara, con razón, que los ricos son hoy más ricos que cuando ellos llegaron al poder en 2004 y los pobres, más pobres. Es decir, que hay más diferencias y menos equidad en el reparto de la riqueza. Y eso parece que va a seguir.

La parte buena es que la izquierda era partidaria de subir el IVA y eso no se ha producido… todavía. El IVA es el impuesto más injusto que existe, porque lo pagan todos por igual, pero me temo que va a ser el capítulo siguiente. Este país necesita una profunda reforma fiscal que nadie se ha atrevido a hacer y una lucha decidida contra el fraude fiscal que empiece desde la escuela. O educamos a los ciudadanos en el reparto de las cargas y del sostenimiento del Estado del Bienestar o seguiremos siempre igual: tratando de defraudar en la medida de lo posible. Los que pueden, los ricos, defraudan hasta donde los recovecos legales les permiten. El resto, hace lo que puede y algunos no pueden nada. Tal como vamos, los ricos no pagan y los pobres no pueden. Y España sin un duro y con crédito escaso y muy caro. A ver lo que dura el crédito de Rajoy.

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