Carmen Tomás – Desde el parqué – Nada es para siempre.


MADRID, 21 (OTR/PRESS)

El presidente del Gobierno dijo hace unos días a propósito de su intención de subir el IVA que no estaba en sus previsiones pero que «nada es para siempre». Así que ya veremos lo que ocurre dentro de unos meses cuando haya que acometer nuevos recortes de gasto o aumentos de ingresos para cumplir con el objetivo de déficit. Lo que sí debemos tener claro por la contundencia con que la vicepresidenta corrigió al ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, es que España de ninguna manera tira la toalla y el compromiso de cerrar 2012 con un déficit del 4,4 por ciento del PIB va a misa. Las agencias de calificación nos lo están poniendo difícil, aunque de momento los mercados, a la vista de las subastas celebradas, parecen haberlo descontado y quieren confiar en España. Ya se ha colocado el 17 por ciento del volumen total del año y a mejores precios. Importante el bono a 10 años que es el que sirve de referencia.

La bolsa es otra cosa. Los inversores están jugando a la yenka y un día están que se salen y otro se deprimen. En todo caso, esta semana, volátil donde las haya, el IBEX ha cerrado con un avance del 1,3 por ciento semanal, a pesar de haber visto algún día subidas en los grandes bancos entorno al 5 por ciento. Aguantan el tipo y más si tenemos en cuenta que la filtración del plan Sarkozy-Merkel prevé retrasar hasta 2014 imponer nuevos ratios de liquidez. Veremos, pero los expertos no son muy optimista sobre la evolución del selectivo español. La mayoría lo ven bajista.

Hay todavía en el tablero demasiadas interrogantes que llevan demasiado tiempo presionando. Internas y externas. No está solucionado el acuerdo de Grecia y sus acreedores, las malísimas previsiones del FMI que sitúan a España en dos años de decrecimiento económico y más paro y sobre todo la situación económica de las autonomías, con unos déficits en su mayoría insoportables y que ha llevado a alguna como es el caso de Valencia a necesitar ayuda inmediata para hacer frente a sus pagos. Hay que seguir el camino de los recortes de gasto, del cierre de empresas y organismos caros e ineficientes y sobre todo buscar la fórmula, quizás con el ICO, de pagar a los proveedores, empresas y autónomos, que son los que o se ven obligados a despedir personal o directamente a cerrar sus negocios porque las Administraciones Públicas no les pagan. Este asunto es realmente prioritario y de justicia. Hay comunidades donde se está cobrando a más de 600 días, si se cobra. Este cuello de botella hay que solucionarlo ya, es casi si me apuran lo más urgente.

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