Rosa Villacastín – El Abanico – Llegó la hora «h» para Iñaki Urdangarin.


MADRID, 23 (OTR/PRESS)

La pregunta que hoy nos hacemos muchos ciudadanos es ¿quién es y cómo es el hombre que ha osado sentar en el banquillo al yerno del Rey Juan Carlos?

Según fuentes de toda solvencia, el juez José Castro es lo que en el argot judicial se conoce como «un hombre recto, sin dobleces, que va directo al grano, con un absoluto respeto por los derechos de los acusados, pero sin permitir que se le vayan por los cerros de Ubeda, como intentó hacer en su última declaración el expresidente de Baleares, Jaume Matas, al que llamó al orden sin contemplaciones ni paños calientes».

Trabajador incansable, del juez nadie puede decir que sea vanidoso ni busque la fama fácil que da imputar a un miembro de la Familia Real, ni que pretenda erigirse en un juez estrella como algunos de los que a diario se mueven por la Audiencia Nacional. Prueba de ello es que cada día llega a los juzgados de Palma de Mallorca a las 6 de la mañana en bicicleta, siendo el último en apagar la luz, lo que demuestra que es un trabajador nato, al que le gusta investigar hasta el último de los documentos que aparecen después en el sumario, y al que impresiona poco o nada la retórica oficial.

Padre de tres hijos -todos ellos campeones de kondo, además de abogados- a Castro no se le conoce adscripción política alguna, y sí unas tremendas ganas de que se aclare dónde ha ido a parar el dineral de la administración pública invertido en Palma Arena. Una operación inmobiliaria con la que se han hecho millonarios algunos personajes conocidos, otros que no lo son tanto, y que ha puesto en la picota del descrédito a Jaume Matas -el expresidente de Baleares-, y sentado en el banquillo a un miembro destacado de la Familia Real.

Otra de las grandes incógnitas es ¿cómo será la reacción de Urdangarin cuando se vea frente a frente con Castro? ¿Estará nervioso, altanero, como estará el Duque de Palma en un momento tan importante de su vida? Para intentar acercarme a su estado de ánimo he buscado entre mis papeles hasta dar con un retrato que sobre su hijo me escribió el padre de Iñaki días antes de que contrajera matrimonio con la Infanta Cristina, y en el que hay un párrafo que creo puede ser de gran interés en unos momentos como el que nos ocupa, y que dice así: «Su preparación como jugador de elite le ha dado una característica que se refleja en todo su comportamiento, que es la de poseer una cabeza fría en los momentos difíciles y comprometidos, logrando a la vez una gran concentración en lo que hace. Es muy curioso observar la capacidad que tiene para abstraerse de lo que ocurre a su alrededor cuando es necesario».

Si como parece Iñaki ha preparado bien su defensa, es posible que pueda explicar qué le pasó por la cabeza para jugarse su prestigio, su tranquilidad, su estatus, como se lo ha jugado.

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