Fermín Bocos – La venganza de Rubalcaba.


MADRID, 13 (OTR/PRESS)

Interpretar la negativa del PSOE a aprobar la Ley de Estabilidad Presupuestaria que fija como objetivo el déficit cero para dentro de ocho años, en 2020, reclama más de una clave. A simple vista, comparece lo obvio: el pacto Zapatero-Rajoy aceptaba cuatro décimas de déficit y eso a los socialistas les permite decir que ha sido el PP quien ha incumplido el acuerdo. Es argumento escaso de peso; tan escaso que no oculta la primera de las claves que permite avizorar el por qué Rubalcaba, pese a las circunstancias actuales, ha decidido proyectar una imagen de aparente falta de responsabilidad en un momento tan delicado para la credibilidad de España en los mercados internacionales. La clave hay que buscarla en Andalucía. Allí, como se sabe, el PSOE perdió las elecciones, pero dado que el PP no alcanzó la mayoría absoluta anda en tratos con Izquierda Unida para formar gobierno. Para que Griñán pueda seguir presidiendo la Junta los comunistas exigen un acuerdo en el que queden fuera las políticas de recorte aprobadas por el Ejecutivo que preside Mariano Rajoy. Es dudoso que un Gobierno autonómico pueda sustraerse a la normativa general que a todos obliga, pero en ese juego están y la carta que tocaba jugar en Madrid era votar en contra del déficit cero como hizo, también, IU.

A Felipe González, que sabe ya más por viejo que por los años de mili que lleva en la política, la alianza que se está tejiendo en Sevilla no le hace el peso, pero su poder ya no es otro que el llamar a las cosas por su nombre así que, dada necesidad de poder real que acucia al PSOE, Griñán cerrará el pacto. A ese fin ha querido contribuir el voto en contra de la mencionada ley. Es una clave, pero hay otra. Una última clave de raíz menos explícita que permite interpretar lo sucedido. Nos retrotrae a los últimos meses de Zapatero en La Moncloa y a sus tensas relaciones con un Pérez Rubalcaba ya cooptado como candidato electoral del PSOE. Zapatero pactó con Rajoy la reforma de la Constitución sin contar con Rubalcaba porque le sabía contrario a dar ese paso. Tengo para mí que lo de antes de ayer en el Congreso habría sido la pequeña revancha del actual líder socialista. Aunque a veces se esfuerzan en disimularlo, los políticos también son humanos y, nada hay tan humano como la venganza.

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