Cayetano González – El 15M se desinfla.


MADRID, 14 (OTR/PRESS)

Transcurrido un año desde aquel movimiento asambleario y popular que sorprendió a todos y que, contando con la permisividad de las autoridades de entonces del Ministerio del Interior, tomó durante casi un mes la Puerta del Sol, el 15M ha celebrado este fin de semana su primer aniversario con escaso éxito de crítica y público que dirían los clásicos. Su capacidad de movilización ha sido manifiestamente mejorable y aunque el dicho popular señala que todas las comparaciones son odiosas, habrá que subrayar que hubo muchísima mas gente en las celebraciones de los títulos ligueros y europeos del Real y del Atlético de Madrid que en esta conmemoración de los «indignados».

En cambio, sí que habría que destacar un cambio, para bien, entre lo que pasó hace un año y lo que ha sucedido este fin de semana. Y este no es otro que la actitud de firmeza de la Delegación del Gobierno en Madrid para, respetando el derecho constitucional a manifestarse, no permitir el lamentable espectáculo que se dio hace un año cuando una buena parte de los integrantes de ese movimiento del 15M consideró la Puerta del Sol como un cortijo particular montando sus tiendas de campaña para acampar durante varias semanas, perjudicando gravemente a los comerciantes de la zona y dañando la imagen de Madrid y de España. En esta ocasión la autoridad gubernativa y la policía nacional han actuado con inteligencia y prudencia para evitar que se repitiera aquello.

Respecto a las reivindicaciones del 15M, muchas de ellas están cargadas de razón y seguramente son compartidas por una mayoría de los ciudadanos. Sobre todo aquellas referidas a la corrupción, a los privilegios de eso que es mas apropiado llamarla «casta» que clase política, a la situación de la justicia. Pero cuando entran en el terreno de las causas que nos han llevado a la profunda crisis económica que padecemos y a las soluciones que ellos aplicarían para salir de ella, entonces es donde se ve que los «ideólogos» de este movimiento se han quedado anclados en un pasado que ha sido felizmente superado enterrado y algunos «indignados» todavía no se han enterado de que hace más de dos décadas cayó el muro de Berlín.

Por otra parte, la representatividad del 15M es más que discutible. En una democracia la forma más directa de manifestar tu opinión es en las elecciones. En España las hemos celebrado hace seis meses. Hubo una alta participación -dato muy importante- y las urnas arrojaron una victoria amplia para el PP que obtuvo casi once millones de votos. Se podrá estar de acuerdo o no con las medidas que posteriormente ha ido tomando el Gobierno de Rajoy, pero es mucho más democrático lograr un respaldo en las urnas que intentar conseguirlo en la calle cuando aquellas te dan la espalda. Algo de esto le está pasando en el momento presente al PSOE.

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