Carmen Tomás – Desde el parqué – De susto en susto.


MADRID, 26 (OTR/PRESS)

Si no es la bolsa es la prima de riesgo o el sistema financiero o el déficit o las declaraciones de Mas. La cuestión es que los españoles estamos en vilo cada día. Tengo dicho hace mucho que la Unión Europea es todo menos unión y ahí radica el grave problema que nos acecha desde hace años. La cuestión de los eurobonos que con tanto afán plantean los socialistas es asunto de discusión porque no tenemos ni un banco central que pueda actuar como tal, ni una política económica y fiscal común. Los eurobonos suponen para Alemania dejarse de financiar al 0,7 por ciento, es decir prácticamente gratis, y es obvio que los alemanes no están dispuestos. Merkel tiene ya demasiados problemas en su tierra como para decir sí a la primera de cambio. Pero, por otro lado, si le va mal a una parte mollar de la eurozona le va mal a Alemania. Así que alguna solución hay que buscar. O el BCE compra deuda al menos a los países que cumplen y se busca de verdad una solución a Grecia o nos irá mal a todos.

Entretanto, España por unas cosas o por otras, está siendo golpeada gratuitamente. El miércoles se presentaba el informe del Consejo de la Competitividad, liderado por Telefónica y formado por las 17 mayores empresas españolas, que con muchos datos nos asegura que España es un país fiable, que está haciendo bien las cosas y que no se merece el castigo de 200 puntos básicos de prima de riesgo. Dicen que el bajón puede acabar el año que viene. Ahora, todo el mundo espera a la Cumbre de junio y a la auditoría del sistema financiero que va a necesitar al menos 50.000 millones de euros. Siempre estamos esperando una cumbre o cualquier otro acontecimiento que al final decepciona.

La realidad es que los españoles lo pasan cada vez peor, cada día tienen más miedo y están más deprimidos y no se creen ninguna ventana de esperanza. El IBEX perdió un 0,3 por ciento en la semana y cerró en los 6.500 puntos. Eso sí, con idas y venidas, con una volatilidad extrema difícilmente explicables con los datos en la mano. Se ha movido, como lo hace últimamente, a golpe de no se sabe qué. De hecho, el miércoles firmó la cuarta mayor caída del año. De nuevo se necesita paciencia y confiar una semana más en que los expertos ven una salida.

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