DON EMILIO
Lo supe, y ya el sueño no concilio
desde que me enteré del gran botín
que tenía en Suiza en un fortín
el distinguidísimo don Emilio.
No lo retenía en su domicilio,
porque este don Emilio es muy pillín,
pero como su delito es muy ruin
van a tener que darle mucho auxilio.
Pero con la justicia que tenemos
no faltará algún juez muy complaciente
que nos diga a todos que nos callemos
porque el gran don Emilio es inocente.
La familia corrupta en que vivimos
tiene algunos tíos y muchos primos.
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Por Salvador Freixedo
Último libro del autor:
«LA EXPAÑA DE Z»
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(26/5/2012)
