MADRID, 09 (OTR/PRESS)
Muchos son los que han mostrado interés en acorralar a España. Lo llevan haciendo demasiado tiempo, pero se han afanado especialmente esta semana pasada. Sin embargo, no lo han conseguido. Es más, en mi opinión, el gobierno de Rajoy ha salido reforzado. Se podría decir que ha llevado el saneamiento del sistema financiero con mucho tino. Basta recordar que hace apenas un mes, España iba a ser intervenida al modo irlandés o portugués. De ahí se pasó a lograr que se hablara de un rescate limitado a bancos y cajas, después a hablar de qué cantidad se estaba hablando y más tarde de cuándo se iba a producir la petición de ayuda.
Está claro que la estrategia diseñada por el gobierno para atraerse a la UE, Alemania, Francia o Estados Unidos ha dado sus frutos. España es un país sólido, que sí necesita dinero para sanear su sistema financiero, pero que puede salir por si solo con las reformas realizadas y las que están por venir. Unas veces de forma callada, otras explícitamente, la diplomacia ha hecho un papel excelente.
En todo caso y a pesar de los ataques continuos de los mercados y de alguna prensa. También de las declaraciones confusas y contradictorias de unos y otros. Incluso de algunos bocazas del propio PP, el gobierno ha logrado cambiar en fortaleza lo que hasta hace poco era un país al borde del rescate. La bolsa se ha tomado una semana de esperanza. El IBEX ha cerrado una semana excelente con una subida del 8 por ciento.
A la hora de escribir este artículo ya se han conocido las conclusiones del FMI sobre el sistema financiero español. Se necesitan 40.000 millones de euros y se está a la espera de si finalmente el gobierno pedirá el rescate este mismo fin de semana, como parece que quiere Alemania o esperará a conocer los resultados de las auditorías el 21 de este mes. Ya veremos cuál es la decisión finalmente y cómo se formaliza y con qué condiciones. De momento, ha quedado bastante claro que el gobierno lo va a hacer y que será bueno para el país.
