MADRID, 21 (OTR/PRESS)
Con la legalización por parte del Tribunal Constitucional de «Sortu», la enésima marca de ETA, quien resulta claramente ganador en esta batalla del Estado de Derecho contra un grupo terrorista que quiere acabar con este es, desgraciadamente, la propia banda. ¿Para qué seguir pegando tiros, poniendo bombas, si desde que llegó Zapatero a la Moncloa y con su sucesor Rajoy, conseguimos nuestros objetivos sin hacer nada de eso?, se puede plantear y con razón cualquier estratega de ETA. Y, además, lo consiguen sin haberse disuelto, ni haber entregado las armas. El siguiente paso, como anunció ayer el batasuno Barrena, los presos.
Después de 858 asesinatos, miles de personas heridas, decenas de miles que han tenido que abandonar el País Vasco por el clima de coacción y miedo, ETA está a las puertas de alcanzar el poder para desde él, lograr su objetivo final que no es otro que la independencia, la ruptura con España. Dentro de muy pocos meses se celebrarán las elecciones autonómicas vascas y a día de hoy, la única duda razonable que existe sobre el resultado de las mismas es si el primer partido será el PNV o la marca de ETA. En cualquier caso, la suma de parlamentarios que obtengan entre ambos estará en torno a los 45 de los 75 que integran el Parlamento Vasco. Eso quiere decir que los dos partidos que teóricamente defienden la Constitución y el Estatuto en el País Vasco, el PSE y el PP, se repartirán los 30 restantes, con una posible mínima presencia parlamentaria de UPyD.
En contra de lo que señala en estas horas el «pensamiento débil» tan extendido en sectores de la opinión pública, hoy es un día muy triste, en primer lugar, para las víctimas del terrorismo que ven como sus peticiones de Memoria, Dignidad y Justicia, se ven pisoteadas por esta decisión del Tribunal Constitucional. Porque las víctimas se pueden preguntar para qué tanto sacrificio, tanto dolor, si al final el Estado de Derecho ha cedido y se ha rendido ante los terroristas que un día asesinaron a sus seres queridos. Pero también es un día muy triste para tantos españoles que han sabido sufrir y estar juntos codo con codo ante los embates del terrorismo etarra.
A todos aquellos que piensan que ETA ha sido derrotada, les diría que dentro de unos meses no se quejen -no lo harán- cuando comprueben de lo que son capaces los representantes políticos de un grupo terrorista si llegan al poder y entran en el Gobierno Vasco. Y el argumento de que si les votan que le vamos a hacer, que lo apliquen a la Alemania nazi cuando a Hitler también le votaban. Lo dicho, el triunfo del «pensamiento débil» que no es más que una demostración de cobardía intelectual y moral. Al final, uno llega a la triste conclusión de que tenemos lo que nos merecemos.
