Victoria Lafora – Ejemplaridad.


MADRID, 4 (OTR/PRESS)

La Justicia está haciendo lo que la clase política y el partido del Gobierno todavía no han sido capaces de afrontar: llamar a declarar a los anteriores gestores de Bankia por el desastre al que han abocado a la institución financiera. Cuando Rajoy anuncia, por enésima vez, recortes «durísimos» que van a quedar reflejados en los nuevos presupuestos, estos señores que han llevado a la economía española al borde del colapso, que han obligado al Estado a pedir ayuda financiera a la Unión Europea para salvar los ahorros de sus impositores, no se pueden ir de rositas después de todo el dinero que se han llevado.

La quiebra de las Cajas de Ahorro ha puesto en evidencia el mangoneo, el tráfico de favores y las vergonzosas remuneraciones que estos pésimos banqueros se asignaban a sí mismos en lugar de destinar los fondos de la entidad para fines sociales como marcan los estatutos.

No se puede seguir pidiendo sacrificios a los ciudadanos sin que, al mismo tiempo, los responsables de la catástrofe sean depurados, devuelvan el dinero que se han llevado, hasta el último céntimo, y den explicaciones políticas de porque malgastaron el dinero ajeno.

De momento ni Rato ni Blesa han comparecido en el Parlamento. Si va a tener que hacerlo Rato, y como imputado, ante el juez de la Audiencia Nacional, Fernando Andreu, que ha admitido a trámite la denuncia presentada por el partido de Rosa Diez. Pero o va a ir el solo el día 23 de julio a la calle Génova, justo enfrente de la sede del PP, su partido. Con el visitaran la Audiencia los treinta y tres exconsejeros de Bankia. Pese a que anticorrupción no ha pedido su imputación si se ha mostrado a favor de que se admitiera a trámite la querella de UPyD.

Para el contribuyente de a pie, que ha visto como las acciones de la entidad en la que había confiado los ahorros de toda su vida, pasaban a ser «papelitos», mientras el Gobierno aprobaba una amnistía fiscal para que los grandes defraudadores traigan su dinero a España a cambio de pagar un módico 10 por ciento, que con las nuevas propuestas puede llegar a ser del 1, este paseíllo por la Audiencia Nacional de los máximos responsables de Caja Madrid, le dará, al menos, un ápice de confianza en que su pérdida no va a quedar impune.

Precisamente, fue la presencia de Rodrigo Rato al frente de Bankia la que freno a Mariano Rajoy para tomar una decisión drástica en la primera reforma financiara de su Gobierno. Ya se sabía entonces que la matriz de la entidad estaba al borde del colapso; que los datos sobre beneficios facilitados por el ex ministro de Aznar, no eran ciertos. Pero Rato seguía siendo un poder fáctico dentro del PP y era intocable.

También ha sido llamado a declarar otro exministro de Aznar, Angel Acebes, miembro del Consejo de Administración. Otro que ni vio, ni oyó, lo que estaba ocurriendo en el banco. Se limitaba a cobrar. Muchos, muchísimos clientes de la Caja se sentirán hoy algo reconfortados.

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