Fernando Jáuregui – Mis preguntas a Mariano Rajoy.


MADRID, 02 (OTR/PRESS)

Vaya por delante mi satisfacción, como periodista y como ciudadano, por el hecho de que, al fin, Mariano Rajoy se haya decidido a dar una rueda de prensa «en condiciones», este viernes tras el Consejo de Ministros. Cambio de estrategia, al menos en esto, que sin duda resultará beneficioso para todos, comenzando por él mismo, porque parto de la base de que el presidente tiene esta vez aprendida la lección -su última comparecencia, en la sede del PP, fue un pequeño desastre- y también de que viene dispuesto a responder a cuantas preguntas se le formulen. Y es que las cuestiones sobre las que los informadores podemos interrogarle, con un país verdaderamente en la encrucijada, son muchas y de calado.

Yo pienso asistir, pero sin duda me dejaré muchas cosas en el tintero, porque seguro que, en el mejor de los casos, solo tocaré a una pregunta. Menos mal que mis compañeros con toda certeza no desperdiciarán la oportunidad de saciar nuestra curiosidad, que es más bien ansiedad. Por eso, amable lector, le propongo un ejercicio que es mucho más que un juego: usted, además de lo que sigue, ¿qué le preguntaría este viernes al presidente del Gobierno?

A mí, por mi parte, me inquietan las siguientes cuestiones (entre otras muchas, claro; pero no quiero hacer este comentario interminable):

-¿Cuándo se va a decidir a hacer una crisis de Gobierno y a nombrar un vicepresidente económico, separando, de paso, del Gabinete a algún ministro que ya está quemado?

-Sabemos que el presidente habla telefónicamente con Rubalcaba, pero ¿cuándo se va a concretar, si es que le parece conveniente, un verdadero pacto de Gobierno para hacer reformas en profundidad?

-Suponiendo que sea favorable a este pacto, ¿abarcaría una reforma constitucional que modifique el funcionamiento del Estado de las autonomías no solo en materia de gasto, sino también políticamente, por ejemplo admitiendo la fiscalidad que reclama Cataluña? ¿Hasta dónde piensa plantear estas reformas cuando, en septiembre, se reúna la Conferencia de Presidentes Autonómicos?

-Si se diese la posibilidad tras las elecciones vascas, ¿apoyaría un nuevo pacto entre Patxi López y Basagoiti similar al vigente hasta hace tres meses para impedir que gobernase una coalición independentista?

-Y, hablando de pactos, ¿qué tal intentar un nuevo pacto de La Moncloa con las fuerzas sociales? ¿Se trató de eso en la reunión semisecreta celebrada hace unos días en La Moncloa con los señores Méndez y Toxo?

-En el capítulo de los recortes, ¿hasta dónde el adelgazamiento del Estado? ¿Se llevarán a cabo los que atañen al número de políticos existentes en los parlamentos autonómicos, se suprimirá alguna diputación, se eliminarán algunos de los privilegios de la llamada «clase política»?

-Y, ya que estamos con la clase política, ¿qué reflexión le merece al presidente el hecho de que ni él ni ningún ministro, ni ningún miembro de la oposición, apruebe en la valoración de las encuestas, y que tanto él mismo como Pérez Rubalcaba hagan coincidir a alrededor de un ochenta por ciento de los encuestados, que dicen desconfiar «bastante o mucho» de ambos?

-¿Está en condiciones de asegurar que ya no habrá nuevas medidas de recorte en la economía de los ciudadanos, tal como ha aconsejado el Fondo Monetario Internacional?

-¿Apoyaría desde su Gobierno una reforma en el funcionamiento de la Unión Europea, que actualmente es bastante poco democrático?

-¿Son ciertas las malas relaciones con Merkel que se le atribuyen en algunos mentideros europeos?

-¿Por qué cree que los medios extranjeros e incluso los comentaristas económicos internacionales tratan mejor a la Italia de Monti que a la España de Rajoy?

-¿Piensa que una buena Ley del Emprendedor, que ya se retrasa demasiado, serviría para crear empleo a base de facilitar el nacimiento de trabajadores autónomos?

-¿Qué medidas se le ocurren para combatir el «otoño caliente» que todo indica que nos espera a la vuelta de la esquina?

-En general, ¿qué entiende el presidente por «ofensiva política»? ¿Hasta dónde está dispuesto a llegar en la regeneración de tantas cosas como se han puesto en tela de juicio en los últimos ocho meses?

Ya sé, ya sé que a usted, inteligente lector, se le ocurren muchas más cosas que se le podrían preguntar al atribulado presidente del Gobierno de este no menos atribulado país llamado España. Pero, con que contestase con cierta enjundia y sin echar balones fuera a la mitad de las cuestiones arriba planteadas, tendremos titulares abundantes para todo el fin de semana, y es posible hasta que, si esas respuestas son las que deberían ser, incluso baje la prima de riesgo el lunes. O no… que diría el Rajoy más genuino.

En todo caso, ya digo: anote aquí su pregunta y envíela al buzón de La Moncloa. Quién sabe: tal vez, ahora que estamos hablando de nuevas formas de gobernar, algún día se la contesten.

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