Fernando Jáuregui – No te va a gustar – Desciende la «marca España».


MADRID, 13 (OTR/PRESS)

Ya se ve que diecisiete medallas en los Juegos Olímpicos no son lo bastante para contrarrestar otras cosas. Es el caso que nos enteramos ahora de que, según una consultora independiente norteamericana (Brand Finance), la marca España ha descendido casi un treinta y ocho por ciento entre 2009 y 2011. Ha pasado de valer 950.000 millones de euros a 591.000, y baja del octavo puesto en el ranking mundial al decimotercero. ¿Qué está pasando aquí?

No he escuchado al señor Espinosa de los Monteros, designado por el dedo gubernamental responsable de la Marca España, comentar esta valoración tan peculiar de la consultora. Pero, reconociendo los valores gestores que este señor ha mostrado durante muchos años a su paso por diversas empresas, pienso que debemos confiar en que tratará de remontar una marca de la que me temo que los españoles hemos dejado de sentirnos tan orgullosos como en el pasado. Es más: creo que deberíamos todos ofrecer nuestra colaboración para que la marca y cuanto ella significa vuelvan a donde estuvieron y que, incluso, superen el ranking ostentado hasta el nefasto año 2008, cuando empezamos a saber que nos estábamos despeñando.

Ignoro cuáles son los planes concretos del señor Espinosa, que, hasta ahora, se ha mantenido en un más bien excesivamente discreto, a mi juicio, segundo plano. Pero pienso que debe mostrarse ambicioso y ampliar la base de las ideas «de siempre», que siempre, por tanto, han resultado alicortas.

Por ejemplo, podríamos pedir a los expresidentes del Gobierno de España que siguen en un retiro activo (es decir, Felipe González, José María Aznar y José Luis Rodríguez Zapatero) y que a mí me siguen pareciendo, cada cual con sus peculiaridades, tres figuras válidas, que relajen un poco, al menos los dos primeros, sus actividades privadas y se vuelquen en la potenciación de esta marca. Olvidando rencillas y particulares vendettas. Cito en primer lugar a estas tres personalidades porque ya supongo que el Rey y el Príncipe serán los primeros activos de una marca que no se puede nutrir, en su «road show» por esos mundos de Dios, tan solo de nuestros deportistas más famosos, los Rafa Nadal, Pau Gasol, Iniesta o Casillas. Ni la marca España se puede centrar apenas en saraos oficiales, en los que participa muy poca gente y a los que los «selectos», que son casi siempre los mismos, son los únicos invitados.

Es preciso que los grandes empresarios, especialmente alguno que tan solo piensa en ganar dinero, se unan a una campaña de recuperación de la ilusión nacional y del orgullo de pertenecer a este gran país. Y las instituciones, públicas y privadas. Y otros emprendedores quizá no tan grandes. Y los sindicatos, y los medios de comunicación, y… Porque, con la clase política francamente desarbolada y sin la menor intención, me temo, de llegar a un gran pacto nacional para estos menesteres, solamente la sociedad civil y sus derivados podrán conseguir levantar el hispanoánimo y transmitirlo al extranjero y quién sabe si también a los mercados.

Ardua tarea la del señor Espinosa de los Monteros. El solo no va a poder hacernos salir de nuestro decaimiento. NI convencer a los señores de Brand Finance de que la marca España, que ya digo que es un gran país, vale mucho más que ese medio billón largo de euros que graciosamente nos conceden.

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