Titiriteros hay en ambos bandos, pero Hollywood es mayoritariamente demócrata. Los republicanos tuvieron a Clint Eastwood, cuyo discurso a una silla vacía donde se fingía que estaba sentado Obama copó portadas en medio mundo, pero los demócratas cuentan con Eva Longoria, Kathleen Turner, Jessica Alba, Alex Baldwin, Jeff Bridges y un montón de estrellas.
Todo suma, pero está ahí lo mollar. Vista la puesta en escena, da la impresión de los organizadores de el Partido Demócrata tienen claro donde apuntar: jóvenes e los hispanos.
Lo primero era casi obligado, dado el perfil de su candidato y la edad de su rival.
Lo segundo viene impuesto por la lógica demográfica.
El presidente de la convención es un hispano, el alcalde de Los Ángeles, Antonio Villarraigosa. Y por segunda vez en la historia –la primera fue Katherine Ortega en la convención republicana de 1984- será un hispano, Julián Castro, quien pronuncie el discurso de apertura lo que se conoce como el keynote speech.
A los 37 años, Castro es cinco años más joven lo que era Obama en 2004, cuando hizo ese papel en Bostón.
Si lo hace bien y a la hora en que estén leyendo el periódico ya lo habrá hecho, comenzará una carrera que en 2016 puede concluir con el actual alcalde de San Antonio en la Casa Blanca.