MADRID, 5 (OTR/PRESS)
Y dice la RAE: «Asimétrico: que carece de simetría» Naturalmente buscas «simetría»; y vuele a decir la RAE: «Correspondencia exacta en forma, tamaño y posición de las partes de un todo». Y es que Carmen Chacón (en Antena 3) se ha apuntado también al concepto y para explicar por qué quiere un federalismo asimétrico, dice algo indiscutible pero porque resulta una perogrullada de tomo y lomo, aunque una perogrullada con trampa; dice Chacón: «Asimétrico… es que este país lo es, por eso lo quiero diferenciar de privilegio, que no tiene nada que ver. Asimétrico es que en Cataluña, en Galicia o en Euskadi se habla más de una lengua, cosa que no sucede en La Rioja o en Andalucía. Lo que no es aceptable, y no lo es para los catalanes, es un federalismo que lleve privilegios para unos que no tengan otros».
Que España sea un país asimétrico, al menos desde el punto de vista de la RAE, es obvio; tan obvio como que Francia, Italia, China etc. también los son porque no hay país en el mundo en el que su división política o administrativa tengan una «correspondencia exacta en forma, tamaño y posición de las partes de un todo», ese todo que, en este caso, es el país mismo. Y pone Chacón el ejemplo de la lengua propia «que no tienen La Rioja o Andalucía». Pero Andalucía, por ejemplo, es mucho más grande que Cataluña, por lo que también sería asimétrica y Madrid es la capital del estado, condición que también la haría asimétrica, y Extremadura no tiene salida al mar, y la Canarias o las Baleres son insulares y así podríamos llegar a dar la razón de doña Carmen de que, efectivamente, España -como todos los países del mundo- es asimétrica. Lo malo viene después.
«Lo que no es aceptable, y no lo es para los catalanes, es un federalismo que lleve privilegios para unos que no tengan otros». Pero entonces ¿de qué se trata? Porque ese mismo razonamiento se puede, y en su momento se volverá, contra sus teorías ya que lo que no sería aceptable para el resto de las comunidades, sería un federalismo que lleven privilegios para Cataluña que los demás no tengan. O sea, que en ese federalismo asimétrico, se volvería a repetir el esquema que se fue de las manos en el estado de las autonomías: el famoso café para todos que ya se ve que no sirve. Sólo se puede entender la proclama de Chacón si es que se refiera al Concierto Vasco, que efectivamente supone un privilegio único del que carece el resto de las autonomías. Pero si Cataluña lo quiere -que lo quiere- también lo va a querer La Rioja y Andalucía y el resto porque no parece que tenga mucho que ver el hecho de tener una lengua propia con un trato fiscal distinto.
Y afirma Chacón algo en lo que estamos de acuerdo muchos pero justo por lo contrario: «El estado autonómico está agotado». Y lo que para ella es una metáfora y entiende por agotado caduco, superado, anticuado, para muchos es literal: está agotado, no puede seguir, no le queda aire en los pulmones ni euros en las reservas y lo que habría que hacer sería o bien reformarlo hasta hacerlo coherente o bien optar por una vía federalista pero sin asimetrías y con todas sus consecuencias. Lo que no vale es enmascarar tas la palabreja la idea de para mí lo bueno y el resto que se lo monte como pueda.
