Francisco Muro de Iscar – Todos contra «la cosa».


MADRID, 11 (OTR/PRESS)

Standard & Poor»s, el FMI, la UE, Fitch, el BCE, The Economist, Financial Times, Hollande, Rajoy, Merkel, Rubalcaba… cada minuto nos sueltan encima una noticia peor que la anterior, un pronóstico perverso, nos bajan el rating, nos suben la prima de riesgo, nos hunden la Bolsa, disparan la inflación, evaden capitales, nos amenazan con las pensiones. Sufrimos un tsunami de cifras negativas. Dicen los expertos que a largo plazo sólo se puede ser eficaz si aquello que se hace está presidido por la idea de la calidad como factor y la excelencia como objetivo. Pero nadie nos garantiza que los que pronostican, auguran, denuncian o defienden lo que pasa, saben de lo que están hablando. A largo plazo, la calidad, la excelencia, la transparencia, la educación, la I+D+i, pero a corto plazo, simplemente se tarta de sobrevivir entre amenazas diarias que minan la moral y nos dejan a todos pensando en vivir el momento y ponerse una venda ante el futuro.

La desmoralización como país es mayor aún que la de cada uno de los españoles y parecida a la que se comparte cuando se junta un grupo de más de tres ciudadanos, incluso cuando estos no estén sufriendo sensiblemente la crisis. Nos estamos cargando la autoestima personal y colectiva, en lugar de aportar cada uno la parte necesaria para salir de la crisis. Y si a la situación económica le sumamos aventuras políticas, como la independencia o el Estado federal «asimétrico», para distraer la atención del personal de lo que sucede, o estupideces innecesarias como la de que hay «españolizar» a los catalanes -con su reacción igualmente improcedente-, simplemente contribuimos a la inútil ceremonia de la confusión.

Diego Amador, pianista y cantaor flamenco, hermano de Raimundo y de Rafael dice que «a la crisis la llamamos «la cosa» para no mentarla y no darle publicidad, para que no engorde». Inteligencia natural. Hay una España que funciona, que mantiene empleo, que exporta, que es competitiva y emprendedora, que busca oportunidades en la crisis -perdón, en «la cosa»- y otra que quiere seguir viviendo como antes, que defiende sectores que no son competitivos, que se aferra a las subvenciones, que exige que el Estado solucione todos sus problemas y que sólo critica, se queja, se duele.

No son siempre los demasiados millones de ciudadanos que están sufriendo duramente la crisis. Hay muchos que pese a «la cosa», tienen, cono dice Diego, «muy buena calidad de vida». No hay otra receta que trabajar más y mejor. Tenemos que salir de la crisis con el Gobierno, mejor, o sin él. Y eso no se puede hacer desde el pesimismo, la frustración o la melancolía. Si el Gobierno quiere salvar España debe preocuparse más de sus ciudadanos. Pero nosotros tenemos que revisar nuestros esquemas y buscar un país más austero, más justo, más solidario y menos despilfarrador. [email protected]

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA

Lo más leído