Esther Esteban – Más que palabras – Mafia china y complicidades.


MADRID, 17 (OTR/PRESS)

La operación Emperador que se ha saldado con ochenta detenidos, un centenar de registros a inmuebles de varias ciudades, 200 vehículos incautados y seis millones de euros en efectivo, ha dejado en evidencia la amenaza que representa la mafia China en nuestro país. Este caso tiene todos los ingredientes de una película de acción, el actor porno, el concejal, el policía, el guardia civil corruptos y hasta el empresario de éxito considerado todo un mecenas de arte.

Estamos, según dicen los expertos, ante la mayor operación realizada en nuestro país contra el blanqueo de capitales y el delito fiscal lo cual debe ser un serio aviso para quienes han visto en España una especie de paraíso de actividades ilegales donde campan a sus anchas.

Es verdad que la mafia china además de ser especialmente violenta tiene la característica de su endogamia y opera con una población que suele moverse en guetos muy cerrados y casi infranqueables. Solo hay que darse una vuelta por el polígono de Cobo Calleja en Fuenlabrada -el mayor de toda Europa y donde se ha concentrado el grueso de esta operación- para darse cuenta la impenetrabilidad y el ocultismo que se palpa en los múltiples negocios que se desarrollan. Estar allí es como estar en cualquier lugar de China, ya no solo por los productos que se encuentran, típicos de los «todo a 100», sino por la forma de concebir los negocios, incluso por el diseño de los locales y la distribución de los mismos. Son naves inmensas con trastiendas ocultas donde los trabajadores, muy mayoritariamente chinos, cambian continuamente y la mayoría de las veces tienen poco interés por captar clientes, lo que resulta muy llamativo.

No es de extrañar que uno de los principales cabecillas de esta operación, Gao Ping, pasara en poco tiempo de ser un inmigrante en busca de fortuna a convertirse en un empresario de éxito, millonario, marchante de arte y miembro muy respetado de su comunidad y también de la jet set española. Fue pionero en los negocios de exportación e importación y también el primero en montar la primera galería de arte español en China. Ahora ha pasado de ser héroe a villano, tras conocerse que tenía tejida una impresionante red de blanqueo de capitales que sacaba del país hasta 300 millones de euros al año, para lo que ha necesitado muchas complicidades.

El riesgo es que una vez conocida la trama se ponga bajo sospecha a todos los negocios de esta comunidad, lo cual sería verdaderamente injusto. Es cierto que desde siempre se ha visto con recelo y desconfianza la forma en que se manejan estos negocios, sin horarios, sin derechos laborales para los empleados y con una población con pocas ganas de integrarse, pero de ahí a pensar que todos violan sistemáticamente las leyes va un abismo. Sería muy injusto que se levantara un manto de sospecha sobre todos los restaurantes, negocios, o sobre los 200.000 ciudadanos chinos censados en España. Nuestro país ha vivido una autentica burbuja China como el resto de Europa o del mundo pero una cosa es eso y otra pensar que todos son mafiosos.

Tejer tramas así requiere complicidades y sus cómplices son españoles y por cierto muy conocidos. Es más, que algunos de los implicados sean cargos públicos o miembros de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado debe servir para o hacer tabla rasa.

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