Charo Zarzalejos – La no huida de Rubalcaba.


MADRID, 25 (OTR/PRESS)

Hay quien sostiene que Alfredo Pérez Rubalcaba se está «aferrando» al cargo; otros creen que no «quiere soltar la silla» y algunos pensamos, vista la situación desde fuera, que Alfredo Pérez Rubalcaba se ha limitado, nada más y nada menos, que a no huir en un momento que a juicio de los propios socialistas es «extrema gravedad» para el PSOE.

En la noche electoral del pasado domingo y una vez sabidos los resultados «el hombre de la noche» fue Alfredo Pérez Rubalcaba pero nos tuvimos que conformar con Oscar López que levantó acta del desastre de Galicia y País Vasco. No tuvieron que transcurrir muchas horas para que las declaraciones, opiniones y recetas de solución aparecieran en los teletipos. Una cosa es intuir que las cosas no iban a ir bien y otra constatar el desastre, con el dato añadido del horizonte catalán que no augura alegrías.

Por lo bajines, en los pasillos y cenáculos son muchos los que cuestionan el liderazgo de Rubalcaba. No su valía personal y política, que nadie pone en duda. Lo que se cuestiona es que sea la persona indicada para gestionar la travesía en la que está inmerso el partido que más años ha gobernado la España democrática.

Rubalcaba no es un hombre precisamente vanidoso, ni necesita de la política activa para vivir cómodamente, ni hacer méritos añadidos. Por ello, creo que el secretario general del PSOE por lo que ha optado es por la no huida. Ha optado, como en su día optó el propio Rajoy, por aguantar la tormenta sabiendo que en política para intentar ganar hay que resistir. «Estaré hasta el final», ha dicho Rubalcaba en un claro mensaje a aquellos, que los hay, que creen que no es la persona adecuada. Está y estará a la espera de que alguien, más allá de los teletipos y de los pasillos y cenáculos, dé un paso al frente a cara descubierta y se muestre dispuesto a aguantar la tarascada que el PSOE tiene encima.

De momento y por aquello de evitar volantazos que dice Soraya Rodríguez, se está a la espera de las elecciones catalanas aunque es seguro que en la Ejecutiva Federal del lunes, algunas cosas se escucharan. Rubalcaba conoce su casa y a sus habitantes. De momento, sabe que esperar en política es tan importante como saber irse a tiempo. Rubalcaba está a la espera pero que nadie dude que si ve que se tiene que ir, se irá.

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