MADRID, 18 (OTR/PRESS)
La operación de pago a proveedores puesta en marcha por el Ministerio de Hacienda fue sin duda una de las mejores cosas de este gobierno. Miles de empresas y autónomos se vieron obligados estos años a cerrar sus negocios por esa falta de pago. Ahora, de nuevo, hay centenares de facturas sin pagar. Los autónomos hablan ya de más de 5.000 millones de euros. Pero, hay muchas más. De hecho, la entrada en vigor del FLA llevará aparejada la obligación de destinar parte del dinero, el necesario, para abonar las facturas a los proveedores. Tan es así que Montoro se ha propuesto que le envíen las facturas y pagar el Ministerio como garantía de que el dinero no se destine a otros menesteres.
Cristóbal Montoro, además, se ha comprometido a que en los próximos meses las administraciones paguen a los proveedores a 30 días como marca la ley. Desde luego si se cumple será un paso de gigante, más teniendo en cuenta que el saneamiento del sistema financiero incluso con la llegada de la inyección de dinero proveniente del MEDE, no parece que vaya a desembocar en breve en dinero para financiar proyectos empresariales o sencillamente la tesorería de las empresas.
Hay muchas cosas que discutir a este gobierno. Los retrasos en el adelgazamiento de las Administraciones Públicas son incomprensibles mientras se tienen que subir impuestos y tasas o imponer copagos en servicios sanitarios. Parece que se andará. Como también se está en luchar contra todo tipo de fraudes en desempleo, pensiones o incluso dependencia. Y, cómo no, en grandes defraudares a Hacienda. Sin embargo, creo sinceramente que el pago a los proveedores de los servicios prestados e intentar también agilizar el pago entre las propias empresas es de una prioridad extrema. Se está en ello y es de agradecer. Manos a la obra.
