José Luis Gómez – A vueltas con España – La prima y la recesión


MADRID, 13 (OTR/PRESS)

La prima de riesgo ha llegado a su nivel más bajo desde marzo, hace ya casi un año. Pero esta buena noticia, sobre todo entendida como tendencia, admite muchos matices, porque el sobreprecio que paga España para financiarse en los mercados en comparación con Alemania continúa en unos niveles altos, teniendo en cuenta lo que puede pagar España, que no es mucho. El problema afecta al Estado pero también a las empresas, que en este caso van a remolque y cargadas de deuda. Hay excepciones, pero son contadas.

¿Qué riesgos sigue teniendo España? La lista sería larga pero sobre todo tiene dos: el déficit, que sigue fuera de control a pesar de los severos ajustes, y la recesión; es decir, la falta de actividad económica suficiente para generar empleo, consumo y, en definitiva, más ingresos, tanto para los trabajadores y las empresas como para el propio Estado.

Siguiendo al profesor Antón Costas, tendríamos que los grandes problemas de España son el elevado endeudamiento, cuya causa inicial fue más el sector privado que el sector público; el sobrecoste que el Tesoro paga para financiar ese endeudamiento en los mercados privados de capitales, y la débil competitividad de España en el mundo. Es la combinación de todos esos males lo que limita la capacidad de crecer y, por tanto, de crear puestos trabajo, que es lo que le preocupa a la gente, ahora víctima de la recesión y del paro.

¿Conclusión? No parece que el país vaya a peor pero permanece lejos de superar la recesión y de adentrarse en un crecimiento sostenido. También es verdad que hay una parte de la prima de riesgo que corresponde a España y otra al conjunto de la eurozona, por las propias debilidades del euro, de modo que la recuperación de la confianza en el euro será de gran ayuda para la salida de la crisis en España. El objetivo es una prima de riesgo estabilizada en torno a los 200 puntos, con lo cual el sector privado podría ahorrarse unos 40.000 millones de euros en intereses, cifra similar a los intereses que paga el Estado por la deuda pública, sin contar amortizaciones. Sea como sea, toca salir de esta.

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