MADRID, 13 (OTR/PRESS)
Dice el refrán que rectificar es de sabios. Lo cierto es que a los políticos españoles hay dos cosas que les cuesta hacer, una es rectificar, la otra reconocer que sus adversarios pueden tener razón en algunos de sus planteamientos. Y estos dos males son comunes a todos los partidos.
El PP ha tenido que rectificar su decisión de no admitir a trámite un debate para tratar sobre la dación de la vivienda en pago de la hipoteca. La Plataforma de Afectados por la hipoteca ha puesto a disposición de sus señorías casi un millón y medio de firmas pidiendo la dación en pago. La Constitución consagra que el Parlamento regula que los ciudadanos, a través de la iniciativa popular, puedan plantear al Congreso que tomen en consideración iniciativas legislativas. Pero el PP había decidido que iba a rechazar la iniciativa de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca. Tuvo que llegar al Parlamento la noticia de un nuevo suicidio, la de dos jubilados desesperados porque iban a ser desahuciados, para que los populares cedieran a algo tan nimio como aceptar esa iniciativa popular.
Y siendo verdad que rectificar es de sabios, a veces hacerlo tarde y mal no sirve para enmendar el mal o la decepción provocada. El Gobierno debería de mostrarse más firme y exigente con los bancos en vez de seguir vapuleando a los ciudadanos. Es urgente que se modifique la ley para evitar que ciudadanos que no pueden pagar al banco las letras de su vivienda a causa de su actual situación económica tengan otra salida que no sea la de la calle además de tener que seguir pagando al banco. Habrá ciudadanos que estén dispuestos a que su deuda quede cancelada dando su piso al banco, pero hay otros casos en los que la Administración y los bancos tienen que dar otra solución.
Mariano Rajoy tiene muchos problemas, entre ellos el de aparecer ante la opinión pública como subordinado de la señora Merkel y de los bancos. En cuanto a su subordinación a los bancos, la prueba evidente es que el Gobierno se viene resistiendo a una medida que parece elemental: la dación de la vivienda en pago de la deuda hipotecaria. La dación en pago no es una medida revolucionaria. En Estados Unidos está en vigor y que se sepa Estados Unidos es la quintaesencia del capitalismo. Entonces cabe preguntarse por qué lo que los bancos estadounidenses consideran aceptable lo rechazan los españoles. Precisamente los bancos han sido saneados con dinero público, con el dinero de los ciudadanos, dinero que en vez de dedicarse a hospitales, educación, mayores, etc, se ha tenido que dedicar a rescatar a unas entidades bancarias cuyos gestores han sido cuanto menos unos irresponsables además de sinvergüenzas.
El PP también ha tenido que ratificar en cuanto a Jesús Sepúlveda, el exmarido de Ana Mato. Después de dos semanas en que distintos portavoces del PP, sin despeinarse, han defendido que era lógico que el señor Sepúlveda continuara trabajando para el PP, es decir cobrando del erario público puesto que los partidos se financian, o eso creemos, de los Presupuestos Generales del Estado, al final le han despedido.
El Gobierno y su partido están perdiendo reflejos, y no son conscientes de la profunda indignación de los ciudadanos. Si los dioses ciegan a los hombres a los que quieren perder, es evidente que hoy, aquí, ahora, están cegando a Mariano Rajoy y los suyos. Deberían de escuchar a otros que no sean ellos mismos o los de su cuerda, porque el espectáculo que han dado algunos defendiendo lo indefendible para ahora tener que defender la rectificación es, cuanto menos, bochornoso.
