GRIÑÁN Y LOS ERES
Griñán no lo sabía, Griñán es inocente.
A nadie se le ocurre sospechar de Griñán.
Griñán es un político que se gana su pan
trabajando ocho horas y muy honradamente.
Si alguien dice algo en contra, seguramente miente,
porque él no es un Bárcenas, ni tampoco un Roldán,
él en su autonomía es el Gran Capitán
y para honra de todos es su gran presidente.
Griñán no sabía nada y en las Andalucías
él siguió los consejos de Chaves y Zarrías…
Y hablando ya sin coñas, lo que yo aquí contemplo
con un gran desaliento y la esperanza rota
es que Griñán aún libre, es un preclaro ejemplo
de que nuestra justicia es perezosa e idiota.
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Por Salvador Freixedo
Último libro del autor:
«LA EXPAÑA DE Z»
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