Escaño cero – Las banderas de Mas.


MADRID, 15 (OTR/PRESS)

Yo no sé a ustedes pero a mí me cansa y me aburre escuchar al presidente de la Generalitat repetir eso de que criticar a los Pujol es atacar a Cataluña.

El problema de la familia Pujol es que los medios de comunicación están publicando informaciones que ponen a esta familia en entredicho por actuaciones cuanto menos controvertidas. Que si un Pujol tiene cuentas en Suiza y en otros paraísos fiscales, que si otro de los hijos del expresidente aparece en unas cintas relacionado con las ITV, que si hay sospechas de que la familia se ha enriquecido gracias a su posición… etc, etc, etc. Ya me dirán ustedes qué tienen que ver los asuntos relacionados con el dinero y el enriquecimiento insólito de los hijos de Jordi Pujol con Cataluña.

En mi opinión, Artur Mas ha elegido una manera torpe de defender a la familia gracias a la cual él está donde está. Intentar colocar la bandera catalana sobre la familia Pujol alegando poco más o menos que ellos son Cataluña y que criticarles es poner en cuestión alguna de sus actuaciones es poco menos que atacar y denostar a Cataluña es sencillamente un disparate y una estupidez.

Es más, me pregunto si Artur Mas se cree lo que dice porque si fuera así entonces sí que Cataluña tendría un problema. Verán, se puede entender que Mas salga en defensa de los Pujol, a los que debe su carrera política y estar donde está, pero poco más.

Creo que cada día que pasa Artur Mas se está enredando más y más en esa absurda huida hacia adelante en torno al independentismo y eso le lleva a cometer errores de bulto. El presidente de la Generalitat aparece como un político noqueado incapaz de dar marcha atrás de sus propios errores y para colmo empeñado en la defensa de sus mentores, los Pujol, con argumentos que más que patrióticos resultan pueriles.

Lo mejor que debería hacer Artur Mas es permitir que actúe la Justicia y sean los tribunales quienes decidan si el enriquecimiento y los negocios de los hijos de Jordi Pujol son totalmente lícitos o no. Lo contrario, es decir, intentar defenderles envolviéndoles en la bandera catalana lo único que hace es dar que pensar en que una defensa tan maniquea y desproporcionada se debe a que hay mucho que ocultar. Pero, sobre todo, Artur Mas no debería de olvidar que un gobernante tiene la obligación de arreglar los problemas de los ciudadanos, no de crear más problemas, que es lo que él está haciendo, pienso yo que por su falta de consistencia para gobernar.

A los Pujol lo que es de los Pujol y a Cataluña lo que es de Cataluña, pero la suerte de los unos nada tiene que ver con la de Cataluña. Vamos, digo yo.

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