MADRID, 7 (OTR/PRESS)
A Rubalcaba y sus economistas se les ha olvidado demasiado pronto a dónde nos llevaron sus políticas de gasto. El PSOE recogió una España en crecimiento, con las cuentas públicas equilibradas y con un 8 por ciento de paro. En cuanto llegaron los problemas externos e internos derivados principalmente del pinchazo de la burbuja inmobiliaria, Zapatero y su gobierno no quisieron darse cuenta de la crisis que se venía encima y cuando ya era un clamor, la política fue gastar.
Entonces se pusieron en marcha el Plan E, los 400 euros en el IRPF, la compra de bombillas, las millonarias primas a las renovables, la renta de emancipación… Un gasto de dinero público que no solo se comió lo acumulado en las arcas del Estado sino que no supuso ni un puesto de trabajo, ni un aumento perceptible del consumo.
Ahora nos vienen otra vez con más de lo mismo, pero en una situación mucho peor, ya que las cuentas públicas arrojan un déficit del 7 por ciento y una tasa de paro del 27 por ciento. De hecho, la propuesta socialista de gastar miles de millones supondría 1.700 euros por familia y no solucionaría los problemas sino que agravaría el déficit y la deuda. No es únicamente que Bruselas haya puesto el grito en el cielo, es que no se dan cuenta de que esas políticas ya las hicieron y nos hundieron aún más en la miseria. Muy al contrario, los gobiernos tienen que rebajar los gastos. Más aún y en todas las Administraciones. Todavía quedan en los presupuestos innumerables partidas que son perfectamente prescindibles y otros recortes en «grasa» de las administraciones que liberarían recursos para bajar los impuestos a familias y empresas para que puedan invertir, crear puestos de trabajo y consumir. También deberían servir para pagar las facturas que deben a autónomos y empresas y que impedirían que muchas tengan que echar el cierre o sobrevivan con el agua al cuello. Señor Rubalcaba más experimentos fracasados no, gracias.
