Carlos Carnicero – La hora de los jueces.


MADRID, 19 (OTR/PRESS)

Son demasiados escándalos de corrupción y el peso de esas sombras en la opinión pública está conminando a la Justicia a tomar iniciativas ejemplarizantes.

Hasta ahora se han abierto muchos sumarios relativos a las crisis de Cajas de Ahorros, al saqueo en forma de finiquitos de muchos de sus dirigentes y a la gestión de activos y fusiones. Incluso el tema de las famosas «preferentes», un sistema de engaños basado en la falta de conocimientos de los clientes confiados, y otros asuntos relacionados con la gestión bancaria empieza a reclamar soluciones judiciales urgentes.

El resultado de esas prácticas ha sido la inyección de un fondo de 60.000 millones de Euros, en forma de créditos con garantía del estado, que además contabiliza como deuda y repercute en el déficit, para evitar la quiebra de muchas instituciones financieras.

Es verdad que ya está en la cárcel el ex presidente de los empresarios españoles, por delitos económicos incluso anteriores al núcleo de esta crisis. Pero faltaba que la Justicia empezará a agilizar la rendición de cuentas de los golfos que han saqueado la economía de este país para vivir, ellos sí, por encima de sus posibilidades.

El ingreso en prisión de Miguel Blesa, decretado en su primera declaración ante el titular del juzgado de instrucción número 9 de Madrid, Elpidio José Silva, eludible bajo fianza de 2,5 millones de euros, es un síntoma de los nuevos tiempos que se avecinan.

Es cierto que esta fianza, para una persona como Blesa, no significa un problema grave. Apenas tardó unas horas en reunir la cantidad. No evita el riesgo de fuga, pero nos ha permitido observar la instantánea del que fuera todo poderoso amigo de José María Aznar, conducido hasta el talego.

Tengo la impresión de que muchos jueces son conscientes de que el microscopio electrónico de una ciudadanía indignada está pendiente de sus decisiones. Y creo que hay un movimiento de purificación de la sociedad española que no tardará en mandar al trullo a otros insignes reyes del pelotazo financiero.

La lista es larga. Algunos todavía están protegidos, como el empresario Felix Millet, que a todas luces goza de un trato de favor y privilegio por su saqueo del Palau de la Música.

Iñaki Urdangarín, Luis Bárcenas, consejeros y directivos de Cajas quebradas o fusionadas, y una larga relación de cargos públicos acusados de una manera u otra de corrupción, debieran poner sus barbas a remojar al observar que las camisas de fantasía y los trajes de sastrería de Miguel Blesa, no han impedido que el compañero de estudios de José María Aznar haga una visita a prisión que no será la última.

Probablemente, perdidos el respeto y la legitimidad de tantas instituciones, la Justicia se ha dado cuenta de que su prestigio pende de un hilo. Y no está nada mal que reaccionen poniendo la directa en unos procesos judiciales que reclaman ejemplaridad en la ciudadanía.

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA

Lo más leído