MADRID, 21 (OTR/PRESS)
Después de que Pío García Escudero y Eugenio Nasarre hayan declarado ante el juez, al igual que otros dirigentes del PP, que cobraban un sobresueldo, es evidente que los ciudadanos estamos esperando una explicación por parte de la dirección del Partido Popular. ¡Qué menos¡. Y es que durante meses los dirigentes populares se han empecinado en no reconocer lo que ahora otros de sus compañeros admiten en sede judicial.
Más allá de los aspectos delictivos que pueda tener el caso Bárcenas, que eso ya lo dilucidaran los tribunales, los ciudadanos nos preguntamos como es posible que los mismos que predican austeridad y nos piden sacrificios redondeen sus sueldos con retribuciones extras. Y aquí volvemos al viejo debate de si los políticos cobran mucho o cobran poco y por eso en algunos partidos buscar artificios para redondearles los sueldos que es lo que parece ha sucedido en el PP.
Pero insisto, lo que resulta insoportable es que quienes predican austeridad, quienes aseguran que hay que recortar el Estado del Bienestar, quienes nos rebajan los sueldos y nos suben los impuestos, quienes aprueban una reforma laboral que nos puede enviar sin preámbulos a la calle, dispusieran de un dinero extra para premiar sus trabajos.
No entro en si ese dinero los que lo recibieron lo declararon, si venía de donaciones perfectamente legales o no, lo que sí digo es que el PP ha pecado de hipocresía, y eso es algo que los ciudadanos difícilmente van a perdonar.
No se puede imponer a los demás lo que uno no se impone a sí mismo. No se puede dar un sobresueldo a un dirigente político mientras al resto de los trabajadores españoles les recortan el sueldo. Si en la sociedad está cuajando la impresión de que los políticos son una casta que en primer lugar defienden sus intereses, casos como éste parecen confirmarlo.
Y por si fuera poco la última guinda a tanto despropósito es la noticia de que el principal implicado en el caso Gurtel pagó la iluminación de la boda de la hija de José Mª Aznar. El yerno del ex presidente en un comunicado ha explicado que en aquel tiempo él y Francisco Correa eran amigos y que los gastos de iluminación fue el regalo de boda con que les obsequió Correa. En ese momento el gesto pudo ser inocente, el problema es que visto el caso Gürtel, el regalo se convierte en un boomerang contra los Aznar.
En mi opinión el camino más corto para salir de un embrollo es la verdad y al PP le está faltando que alguien de un paso al frente y haga un relato de la verdad que al parecer no es otra que en éste partido algunos de sus dirigentes cobraban dinero extra para completarles el sueldo. Ya digo que los tribunales dirán la última palabra sobre el caso Bárcenas, pero insisto en que el PP nos debe una explicación ya.
