A vueltas con España – La verdad de los impuestos.


MADRID, 02 (OTR/PRESS)

En España se juega tanto con los números de la economía que es comprensible que mucha gente se líe con las grandes cifras. Tal vez quienes practican esa manera de actuar no busquen tampoco un resultado distinto, sino más bien encontrar algún que otro salvavidas en informaciones parciales o calculadamente segmentadas. Es raro encontrar políticos que aporten contexto a la economía, unos porque no quieren -señal de que no les interesa- y otros porque ni siquiera saben.

Algo así está pasando estos días en España con los impuestos, objeto de una polémica artificial entre quienes los quieren bajar -Aznar y Aguirre-, quienes dicen que les gustaría bajarlos pero los suben -Rajoy y Montoro-, y quienes critican a ambos, sin dar alternativas, ni explicar el fondo de las cosas: Rubalcaba y Cayo Lara, entre otros.

La única realidad es que los impuestos suben y los salarios bajan, y que esa tendencia, lejos de haberse frenado, sigue andando. Pero que suban los tipos de los impuestos no quiere decir que aumente la recaudación, ya que ésta cayó en picado debido a la recesión; es decir, a la falta de actividad, y también al fraude derivado de tanta economía sumergida.

¿Qué es lo que ha cambiado de fondo entre los buenos tiempos y la actualidad? Muy sencillo: la recaudación del Impuesto de Sociedades, que es donde está el verdadero problema fiscal español, aunque pocas veces se dice. Los datos así lo demuestran: en 2007 se recaudaron en España por ese impuesto que pagan las empresas cerca de 45.000 millones de euros y en 2011, debido a la caída de la actividad, solo 16.600 millones. Casi 30.000 millones menos.

Los otros grandes impuestos cedieron terreno, pero no tanto, ya que mediante parches y subidas de los tipos se fue recomponiendo la recaudación. Basten unos ejemplos referidos precisamente a los otros tres grandes impuestos: por IRPF y por impuestos especiales se recauda lo mismo ahora que en 2007, y por IVA, un poco menos, pero no mucho menos. Traducido: si no se genera más actividad económica y las empresas no vuelven a pagar impuestos, España no volverá a los buenos tiempos, porque la clave está en crecer, no solo en ajustar. Como dice el profesor Ignacio Zubiri, España tiene un sistema tributario que produce «menos de lo que debería». También tiene algo peor: mucho fraude. Dicho también en pocas palabras: si ahora hay tanto déficit es porque se ingresa menos y se pagan más intereses y subsidios.

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