MADRID, 08 (OTR/PRESS)
¿Qué le pasa a Mas?. Me lo pregunto de verdad, sin ironía alguna. ¿Qué le ocurre a un hombre como este, dirigente de un partido que ha contribuido a que España sea lo que es para que ahora se meta en un callejón sin salida?. No me creo que, para manifestar y gestionar los supuestos agravios, no tenga ni inteligencia , ni recursos políticos suficientes como para tener que acudir al camino a ninguna parte que ha emprendido bajo la estricta vigilancia de ERC. No me puedo creer que él crea, de verdad, que Cataluña vaya a ser algún día independiente, ni me creo que él crea, de verdad, que si algún día lo es y por serlo sus ciudadanos van a tener, incluso, más expectativa de vida.
La encuesta publicada por El Periódico, según la cual ERC sería la primera fuerza y CiU perdería terreno de manera ostensible, confirma mis dudas y me intriga no tener respuestas a las mismas. Entiendo que ERC sea independentista. Siempre lo ha sido. No tienen que forzar discursos ni escenificar grandes actos patrióticos. Son independentistas de siempre, no sobrevenidos.
Siempre he sostenido que, al final, en Cataluña no va a pasar nada en el sentido de que la secesión no se va a producir, pero el camino emprendido y capitaneado por Artur Mas y vigilado por Oriol Junqueras es el camino del desgaste de un partido, CiU, con vocación de poder y de mayoría. Es el mejor recorrido para que CiU se aleje de su electorado natural, catalanista, si; independentista, no.
Artur Mas y con él su partido, va camino de sus propias cenizas políticas y será CiU la que tenga que resurgir de las mismas porque Artur Mas será irrecuperable. Pero cuando llegue ese momento, que llegará, habrá que repartir culpas. Nada podría hacer Artur Mas sin el consentimiento explicito o tácito de su partido en el que si bien es cierto comienza a cundir un cierto vértigo, nadie da el paso al frente. Solo Duran i Lleida y siempre con palabras muy medidas lanza, de vez en cuando, alguna señal de alerta. Sin embargo, los acontecimientos, el ambiente que se va generando requiere, si no quieren bañarse en cenizas, algo más que palabras medidas. Si nadie dice nada; si nadie da un paso al frente, CiU, con vértigo y todo, será tan responsable del camino a la nada como el propio Artur Mas.
Con esta deriva nadie gana, salvo ERC al que le han permitido ser a la vez gobierno y oposición. A estas alturas, cuando ya se ha perdido un terreno irrecuperable, es cantar a los gansos pretender que Oriol Junqueras entre el Gobierno. Si CiU lo dejó escapar el primer día, ahora ya puede darlo por perdido.
El Presidente del equipo culé parece estar encantado con esta movida, las entradas para el Concierto por la Libertad están agotadas y todo ello puede llevar a pensar que «todos» los catalanes comparten lo que no deja de ser una ensoñación. No, Cataluña es una sociedad plural aunque silente y mientras ese silencio no se rompa, mientras CiU se acostumbre al vértigo, el jefe de la Generalitat, seguirá su camino a la nada y quizás cuando llegue a su final y él hable podré entender que le ha pasado a Artur Mas
