Antonio Casado – España, con voz única


MADRID, 26 (OTR/PRESS)

Aún después de que Rajoy y Rubalcaba sellaran en Moncloa el pacto por Europa, en una clara escenificación bipartidista no muy bien aceptada por el resto de las fuerzas políticas, estaba cantado que los nacionalistas vascos (PNV) y catalanes (CiU), además de la UPyD de Rosa Díez se sumarían al acuerdo para respaldar al presidente del Gobierno en la cumbre europea de esta semana. Quiere decirse que Rajoy se presentará en Bruselas con el apoyo del 95% de los diputados del Congreso. Así resulta de la votación parlamentaria del martes por la noche sobre la proposición no de ley que insta al Gobierno a reclamar de la UE mayor apuesta por las políticas de crecimiento, fomento del empleo juvenil, más fondos del Banco Europeo de Inversiones en créditos a pequeñas y medianas empresas, unión bancaria, mercado único financiero y avances hacia una real integración.

Son reclamaciones contantes y sonantes firmadas por fuerzas políticas diferentes que juegan con la camiseta de la selección española, según la afortunada metáfora del líder del PSOE, Pérez Rubalcaba. Se trata de conseguir un mayor compromiso de la UE en relación con una España en estado de necesidad. O sea, más crédito y más inversiones, como resortes de una política en la que la austeridad se contrapese con actuaciones orientadas hacia el crecimiento y el empleo.

El hecho de que Rajoy acabe hablando con voz única en nombre de prácticamente todos los partidos que cuentan en el espectro parlamentario es un mensaje de estabilidad de cara a los mercados y los jerarcas de Bruselas. Pero el asunto también tiene una lectura en clave doméstica. Los grandes quieren huir de la quema del bipartidismo que anuncian los sondeos. Y los pequeños, simplemente, no quieren ser tachados de insolidarios cuando España juega fuera de casa.

Al menos en la letra de la proposición no de ley aprobada el martes, tampoco quedan fuera los sindicatos, a pesar de su fallido encuentro del otro día con el presidente del Gobierno. Lo digo porque las reclamaciones sindicales también figuran casi con las mismas palabras que utilizan Toxo (CC.OO.) y Méndez (UGT). En el texto se dice que el impulso político prioritario debe dedicarse a «hacer frente a las altas tasas de desempleo y, en particular, el juvenil». Todo ello, en el marco de esa Europa más social y más democrática reclamada ayer en la calle por los sindicatos españoles y europeos.

De hecho, el mandato que llevará Mariano Rajoy a la Cumbre incluye la exigencia a la UE de que impulse «el papel de los agentes sociales», de modo que se favorezca su participación en el desarrollo de la «dimensión social europea». Todo eso pasa, según la posición común acordada por Gobierno y PSOE para que Rajoy la defienda en Bruselas, por «asegurar un alto nivel de protección social, proteger los derechos laborales y fomentar los servicios públicos, como la sanidad y la educación de calidad».

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