Victoria Lafora – Se desploma el argumentario.


MADRID, 10 (OTR/PRESS)

La última táctica de la dirección del Partido Popular para hacer frente a las devastadoras «confesiones» del que fue su gerente/tesorero durante veinte años es describirle como un mentiroso compulsivo.

Es la evidencia de cómo se les desploma un argumentario que han defendido desde la calle Génova 13 y desde las cabeceras de sus medios afines. El cerco se cierra. Hasta la Intervención General del Estado, un órgano dependiente del Ministerio de Hacienda, responde al fiscal anticorrupción que existió una contabilidad B del partido de Aznar/Rajoy.

Será la Audiencia Nacional la encargada de dictaminar si los «papeles» (esos que eran una fotocopia según el argumentario, pero que han resultado ser auténticos) reflejan delitos o no, y si han prescrito o no. Pero la responsabilidad política de unos dirigentes, que siendo ministros cobraron sobresueldos de un partido que se financia con fondos públicos, es insoslayable. ¿O es que los sobresueldos se pagaban con las comisiones de los contratistas por la adjudicación de obras sin concurso público? Porque, de ser cierto el dinero entregado en una caja de puros, estaríamos hablando de fraude fiscal durante años.

Estupefacta, la ciudadanía se pregunta como puede un presidente del Gobierno mantener ese silencio berroqueño ante acusaciones tan graves. Hasta cuando la imagen de un país devastado por la crisis puede sostener frente los socios europeos a un líder que no contesta ante uno de los casos de corrupción mas graves de la democracia. Como va a defender ante los colegas en las cumbres de la UE que aquí no pasa nada, que es «una causa general contra el PP», cuando por copiar una tesis doctoral en Europa dimiten los ministros.

Queda mucha legislatura por delante como para aguantar el goteo de implicaciones que la contabilidad de Bárcenas va a ir sacando a la luz. Desde sus propias filas se oyen voces que hablan de elecciones anticipadas y desde la oposición se pide la dimisión del presidente.

Queda aún por saber de quien son los más cien millones de euros que Bárcenas colocó en paraísos fiscales. Nadie se cree que un tesorero pudiera robar tan ingente cantidad de dinero a un partido sin que nadie se diera cuenta. ¿Hay nombres relevantes del PP entre los inversionistas en sociedades interpuestas que gestionaba Bárcenas? Ya no queda argumentario para responder a una descomunal bola de basura que amenaza con aplastar al partido del Gobierno.

También hay dirigentes que nunca cobraron, que ahora ocupan cómodos cargos públicos y a los que aterra la perspectiva de una catástrofe electoral. Son los que están reclamando que Rajoy entregue alguna cabeza de la dirección de Génova como cortafuegos de la Moncloa. La elección es difícil dado que Cospedal, que ha dado la cara con una torpeza encomiable, hizo saber desde el primer momento que fue la artífice de la salida de Bárcenas y dejó claro que «cada palo aguante su vela». ¿Arenas?, no es suficiente como chivo expiatorio.

Por si una convocatoria de elecciones se le hubiera pasado por la cabeza a Rajoy, el Fondo Monetario Internacional acaba de «recolocar» las previsiones de crecimiento para España: no hay crecimiento, ni brotes verdes, ni se ha doblado la esquina de la crisis. 2014 será un año plano.

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