José Blanco, caso archivado. ¿Un nuevo milagro del Apóstol?


El ex ministro de Fomento, José Blanco, me ha hecho pensar en el Códex Calixtinus, libro del siglo XII y joya de la catedral de Santiago de Compostela. Verán por qué. El Códice Calixtino, considerado la primera guía del Camino, se compone de cinco libros que abordan diferentes aspectos relacionados con la historia del Apóstol: la traslación de los restos, formularios para la liturgia, el Pseudo Turpin, las peregrinaciones y el libro de los milagros. De este, conocido también como Liber miraculis, se ocupa el capítulo II y en él se narran los veintidós milagros debidos a la intercesión del Apóstol en diferentes lugares de la ruta jacobea europea. Es quizá la parte más antigua del Calixtinus y la más conocida. Entre los milagros se cuenta el de los veinte hombres liberados del cautiverio de los moabitas; el niño resucitado en los Montes de Oca; el peregrino ahorcado a quien el Apóstol sostuvo en el patíbulo durante treinta y seis días, evitando así su muerte; el prisionero Bernardo, a quien Santiago sacó de la cárcel a pesar de estar las puertas cerradas; o el lisiado curado por el Apóstol. Así, hasta veintidós, son los milagros testificados. Y si el libro fue escrito entre el 1100 y el 1135, seguro que existen otros milagros no catalogados.

Es aquí donde entrarían las cuitas del ex ministro de Fomento, José Blanco, imputado hasta hoy en la mediática “Operación Campeón”, por un delito de tráfico de influencias. Pues bien, en el mes de junio vimos al ex ministro vestido de peregrino en plena ruta Jacobea por las tierras gallegas de Sarria y Palas de Rey primero y en la misma plaza del Obradoiro después. Declaró que hacía el Camino por una promesa. Con algo de ironía y maldad se dijo en ese momento que quizá esperase un milagro del Apóstol para librarse del juicio y posibles consecuencias.

El caso llevaba tiempo, casi enquistado, en una encrucijada que la sala de recursos del Supremo debía resolver, bien con un procedimiento abreviado previo a la apertura de juicio, pidiendo nuevas investigaciones o archivando la causa. La parada en la gasolinera y las conversaciones y mensajes con sus colegas para conseguir una nave junto al aeropuerto de El Prat, incorporados a la investigación, parecían no ofrecer dudas. Pero, contra todas las quinielas, el Supremo optó por dar carpetazo al asunto. Al señor Blanco no se le juzgará porque “no se aprecia presión relevante para torcer la acción de la Administración”. En efecto, la justicia le ha dado la razón al ex imputado, a Rubalcaba y a todos los socialistas, que consideran que su dirigente fue víctima de un infundio político que ha fracasado. Blanco ha dicho que a partir de hoy empieza una nueva vida. ¿Será en Galicia? ¡Qué a punto le llega la noticia a Pachi Vázquez! Lo cierto es que, chascarrillos e influencias del Patrón de Galicia aparte, el archivo del caso es un auténtico milagro.

Así las cosas, solo decir que en estos momentos me gustaría ser magistrada del Tribunal Supremo para gozar de esa clarividencia o gracia especial que permite ver más allá del horizonte de los pobres mortales. Porque, hay que tener un don especial o un hilo directo con el cielo –o con el infierno, quién sabe—para actuar con tanta sabiduría. ¿O no?

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Por Magdalena del Amo
Periodista y escritora, pertenece al Foro de Comunicadores Católicos.
Directora y presentadora de La Bitácora, de Popular TV
Directora de Ourense siglo XXI
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Magdalena del Amo

Periodista, escritora y editora, especialista en el Nuevo Orden Mundial y en la “Ideología de género”. En la actualidad es directora de La Regla de Oro Ediciones.

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