Francisco Muro de Iscar – Salir del Pozo (Jaime Garralda)


MADRID, 26 (OTR/PRESS)

«Los rechazados saben que la sociedad no les quiere. Su regla son los ojos: a veces les dan limosna, pero casi nunca les miran». Esta España de hoy, más aún que la de ayer, está llena de rechazados: presos por décadas, niños que viven en la cárceles con sus madres, drogadictos, gente sin hogar y sin familia, emigrantes sin raíces, mayores abandonados por sus hijos en su casa o en una residencia, niños y niñas prostituidos, enfermos, personas que padecen la terrible enfermedad de la soledad.

La primera frase entrecomillada pertenece a Jaime Garralda y forma parte de un documental, «Salir del pozo», que acabo de ver. Garralda es un joven jesuita de 92 años que cambió la calle Serrano y todas las comodidades por el Pozo del Tío Raimundo y las personas. Iba a decir que lo de menos es que fueran marginadas, rechazadas, excluidas, pero es mentira. El eligió dedicar su vida a los que nadie quiere, a los que nadie mira a los ojos, a los que nadie acoge. Empezó atendiendo a drogadictos y recogiendo a enfermos terminales de SIDA cuando éstos se morían en el estercolero. Luego se metió en las cárceles para escuchar y atender a las personas que están privadas de libertad, pero de nada más. Y ayudó a los niños que viven tras las rejas con sus madres para que pudieran salir de ese entorno terrible para una persona, pero sobre todo para un niño. Acabó liando a los políticos -de cualquier signo- y ha logrado hogares para esos niños fuera de la cárcel, donde «también» viven sus madres. Y muchas más cosas.

La Fundación Padre Garralda Horizontes Abiertos, con sus profesionales y sus más de mil fantásticos voluntarios, ayuda a personas que han tocado fondo, que se han equivocado -la mayoría sólo una vez-. Y Jaime escucha como nadie el dolor, el hambre, la soledad, la falta de amor y aplica el remedio que conoce y vive: el evangelio. Les trata como iguales -lo son-, les ayuda y les ofrece amor. Garralda es un adelantado del papa Francisco: «menos Iglesia y más estar donde debemos estar -dice-. Nos necesitamos todos». Un día salió del Pozo del Tío Raimundo para sacar de todos los pozos oscuros a los marginados. Lucha por algo justo: devolver la dignidad a esas personas con las que la sociedad es terriblemente cruel.

Si tienen ocasión no se pierdan ese documental, «Salir del Pozo», que ha dirigido de forma brillante la periodista Carmen Aguilar -con la colaboración de Javi Gálvez y Brenda Martínez-. No es un documental por encargo ni lo pidió la Fundación Horizontes Abiertos ni, por supuesto, Jaime Garralda. Es un documental «low cost», hecho con objetividad, con mucho esfuerzo, con todo el corazón y con profesionalidad. Necesitamos muchos profesionales como Carmen, Javi y Brenda y mucho más cine como éste. Con personas y sobre personas realmente VIPs, aunque estén en la cárcel o en la calle. Personas a las que mirar a los ojos, personas a las que devolver su dignidad.

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