MADRID, 17 (OTR/PRESS)
Resulta que el que un inspector de policía se presente en un bar de Irún, le pase su teléfono móvil al dueño del establecimiento que hace de enlace con ETA para el cobro del mal llamado «impuesto revolucionario», y lo que oye este al otro lado del hilo telefónico es la voz del Jefe Superior de Policía del País Vasco alertándole de una operación policial que se va a llevar a cabo ese mismo día contra el aparato de extorsión de la banda terrorista, no es, según la Audiencia Nacional, un delito de colaboración con banda terrorista, sino simplemente revelación de «secretos oficiales».
Esto es lo que han determinado tres sesudos jueces de la Audiencia Nacional en la sentencia del conocido como caso del «chivatazo» de bar Faisán, uno de los mayores escándalos que se han producido en nuestro País en la lucha contra el terrorismo. Pero quizás lo peor del fallo judicial, no es el que al final se exonere a los dos policías de ese delito de colaboración con banda terrorista, sino el argumento de fondo que dejan por escrito los tres magistrados y que no es otro que lo que los policías pretendían con el «chivatazo» no era ayudar a ETA, sino contribuir a que el denominado «proceso de paz», es decir el proceso de negociación política que había puesto en marcha Zapatero, no encallase como consecuencia de una operación policial.
Es una aberración que tres jueces intenten en una sentencia «contextualizar» políticamente los porqués de una actuación delictiva para exculpar de un delito a los imputados en ese caso. Y es una indignidad que hagan eso, porque siguiendo el hilo argumental que plasman en su escrito, podría deducirse que están diciendo que el que un gobierno negocie con una banda terrorista es una cosa buena y positiva que no conviene entorpecer. ¿Quiénes son los señores Guevara, Ruiz Polanco y Delgado, que así se apellidan estos tres magistrados, para dar por bueno ese dislate? ¿Se han parado estos tres magistrados a pensar un minuto en el daño moral que su sentencia hace a las víctimas del terrorismo? ¿Cómo pueden sostener sin que les caiga la cara de vergüenza que el que dos funcionarios policiales avisen a los terroristas que huyan porque van a ser detenidos no es un delito de colaboración con banda terrorista? ¿Piensan los señores Guevara, Ruiz Polanco y Delgado que los ciudadanos somos tontos?
No han faltado los dirigentes políticos o incluso el Fiscal General del Estado -¡menudo papelón el de Torres Dulce- que se han apresurado a salir pidiendo respeto a la sentencia. Habría que responderles que empiecen a respetar ellos a los ciudadanos porque con sentencias como la del caso Faisán lo único que se confirma es que en este País, a pesar de lo que dijo en su día el Jefe del Estado, la justicia no es igual para todos.
