Cayetano González – El PP tiene un grave problema


MADRID, 28 (OTR/PRESS)

Las dos «almas» que desde hace ya algún tiempo conviven dentro del PP se pudieron ver de forma muy clara en la concentración convocada por las víctimas del terrorismo este pasado domingo en la Plaza de Colón en Madrid. Mientras que la expresidenta de la Comunidad, Esperanza Aguirre, o su sucesor en este puesto, Ignacio González o el exministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, eran ovacionados y recibidos con muestras de cariño por parte de los asistentes, los tres vicesecretarios generales del PP -González Pons, Arenas y Floriano- o el secretario general del PP vasco, Iñaki Oyarzabal, eran abucheados e increpados con adjetivos de grueso calibre.
La inmensa mayoría de los asistentes a la citada concentración tienen muy claro que muchos de los males que se están viviendo en relación con los presos de ETA, la derogación de la doctrina Parot, la sentencia del «chivatazo» del Faisán, tiene su origen en el suicida proceso de negociación política que Zapatero llevó a cabo con ETA. Pero esos mismos ciudadanos piensan que el actual Gobierno de Rajoy, que ya lleva dos años en el poder, también es co-responsable, más por omisión que por acción, por continuar de alguna manera esa «hoja de ruta» pactada por Zapatero con la banda terrorista y uno de cuyos capítulos más sangrante ha sido la derogación de la doctrina Parot.
La base sociológica y electoral del PP -la que mayoritariamente estaba en Colón- está muy desconcertada ante este proceder del Gobierno. Del PSOE ya sabían que su apuesta era negociar con ETA, pero del PP esperaban otra cosa. Y sin embargo se han encontrado con un Gobierno, el de Rajoy, que aunque no se haya sentado físicamente con los terroristas, que no lo ha hecho, ha dejado que las cosas transcurrieran por un determinado cauce que ha llevado a unas consecuencias muy lamentables, como ha sido la derogación de la Doctrina Parot. ¿Por qué el ejecutivo de Rajoy no recusó al magistrado Luis López Guerra, puesto por Zapatero en el Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo, si se sabía que no iba a defender en ese organismo lo que el Tribunal Supremo y el Constitucional habían avalado?

La cuestión es si Rajoy va a querer rectificar esa política antiterrorista que tiene tan desconcertada y enfadada a su base electoral. Para ello, lo primero que debería hacer es cesar a su amigo y Ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, que el mismo día que las víctimas del terrorismo salían a la calle no tuvo otra ocurrencia que anunciar que en dos meses, medio centenar de etarras quedarán en libertad, añadiendo que se encontraba impotente ante ese hecho. Precisamente todo lo contrario de lo que se espera de un Ministro del Interior que es firmeza y aplicación de la ley, no que libere al etarra Bolinaga.

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