MADRID, 6 (OTR/PRESS)
Este fin de semana se celebra la llamada Conferencia Política del PSOE, que trata de sentar las bases programáticas de su futura oferta electoral, pero la banda sonora de las vísperas es otra y así es difícil hacer los deberes señalados por el equipo de Rubalcaba. Es como querer dormir con un dolor de muelas. Lo importante es dormir pero así no hay forma de conciliar el sueño. Sirva la metáfora para describir las dificultades de reflexionar con el ruido de las primarias a medio metro de la sala.
Los socialistas van al encuentro del votante perdido y el militante desalentado, dos años después del hundimiento de la marca en las urnas. Había entendido la dirección del partido, legítimamente constituida en el congreso federal de Sevilla (febrero 2012), que el orden lógico de las cosas aconsejaba revisar antes el equipaje político e ideológico del PSOE y elegir después a un candidato a la Moncloa que lo asumiera como suyo en elecciones primarias abiertas a los simpatizantes.
Esa agenda empezó a ser contestada casi desde el minuto uno por ciertos dirigentes regionales y en ciertos sectores del partido. Así el debate sobre una cuestión puramente instrumental ha ido generando un absurdo quinielismo de fechas y nombres cuyo único resultado práctico ha venido siendo la desestabilización de los órganos de dirección elegidos democráticamente en el congreso de Sevilla. O el intento de desestabilización, por ser precisos.
Y esa es la música de fondo que vuelve a sonar a toda pastilla en vísperas de la Conferencia Política del PSOE. De ahí lo difícil que debe ser reflexionar cuando muchos líderes regionales declaran que «en las salas, no, pero en los pasillos sólo se va a hablar de primarias», como le oí decir el otro día a Emiliano García Page, dirigente castellano-manchego y uno de los posibles competidores de las primarias.
Entiendo la incomodidad de los participantes en el gran cónclave político del PSOE, llamados a inspirar el socialismo del siglo XXI, cuando en las primeras páginas de los periódicos lo que priva es una declaración del exlehendakari, Patxi López, sobre su eventual aspiración a liderar el PSOE; o de Susana Díaz, la presidenta de Andalucía, sobre su mayor o menor grado de compromiso a escala nacional, o del alcalde de Zaragoza, Juan Alberto Belloch, sobre la fecha más conveniente para celebrar las elecciones primarias, etc.
Ruido mediático que nos aleja del fondo de la cuestión: colocar el cimiento político e ideológico de la futura oferta electoral de un partido con 125 años de historia. Por la reflexión a la inflexión. Se trata de reformular asuntos tan serios como el papel de la izquierda, el Estado del Bienestar en tiempos de crisis, el sistema fiscal, la creación de empleo, el funcionamiento de los partidos políticos, la laicidad, etc. Pero el ruido de los debates instrumentales, como es el de las primarias, nos distrae de los contenidos del nuevo proyecto socialista.
