MADRID, 06 (OTR/PRESS)
En otros tiempos los responsables políticos, sobre todo del Gobierno, pagaban sus culpas política o penalmente, o ambas cosas a la vez. Solo hay que recordar lo sucedido en los 90 con personas del Gobierno socialista o estrechamente vinculadas al mismo, e incluso 20 años más tarde, como en el caso de aquel ministro de Justicia que se olvidó de pedir la licencia para cazar en no sé qué autonomía o que había charlado con un juez, luego defenestrado, en una cacería. Ahora, si alguien paga algo es diez años después de los hechos gravísimos o del comienzo de las investigaciones y sin contar los años que vendrán de recursos judiciales a poner en marcha. La sociedad ahora parece que se conforma con que haya unas docenas de ciudadanos que protesten en la calle por decisiones como los recortes inauditos o el cierre de una televisión autonómica. Protestas que se trata de fulminar en el futuro con reformas legislativas inverosímiles y atentatorias contra todas las libertades y derechos constitucionales, que amenazan con dejar hecha un erial la Constitución de 35 años que ahora conmemoran.
Escándalos como la crisis en la Agencia Tributaria, que en otros tiempos habrían fulminado al responsable, a su ministro e incluso a su Gobierno, pasan ahora sin que arriba nadie se conmueva, con cierto ruido mediático, pero según y cómo. Y con un silencio o una negativa rotunda frente a la evidencia por parte de los obligados a explicar a los ciudadanos lo que pasa, acorde con la creciente miniaturización de la democracia que estamos padeciendo. En el 35º aniversario de la Constitución de 1978, lo más decente me parece que es una denuncia generalizada de lo que está sucediendo y del grado de abyección a que estamos llegando, y una llamada a la responsabilidad de todos para poner un basta ya en el camino de perdición en que andamos perdidos. Yo confieso haber apoyado durante años aquel texto legislativo y me siento legitimado para decir todo lo que digo y para poner en órbita una protesta indignada por todo lo que sucede y por todo lo que nos han hecho. Lo siento si molesto a alguien.
