Deducción por vivienda


MADRID, 10 (OTR/PRESS)

Es raro encontrar una legislatura en la que la deducción por la compra de vivienda en el IRPF no se ponga encima de la mesa de los gobiernos de turno. Da igual que el país esté en crisis, no esté o vaya a estarlo. Unas veces ha estado en la mesa del consejo de ministros para quitarla porque había que intentar pinchar los precios de la vivienda.

Otras por el deseo de no dañar la recaudación fiscal en momentos difíciles u otras para afianzarla porque había que estimular la compra de viviendas.

El momento presente es de los que hay que quitarla para ahorrar a las arcas del Estado algo más de 3.000 millones de euros. La medida de suprimirla con efecto retroactivo, porque ya no existe para las nuevas compras, afectaría de tomarse a 5,6 millones de contribuyentes y viene a ser de media una cantidad algo superior a los 700 euros anuales.

Es una faena como la copa de un pino y más en un momento en que, excepto los planes de pensiones, las clases medias no tienen ningún incentivo fiscal. Ya no digamos si se piensa en serio su supresión el daño, aunque bajara el IRPF, algo que está por ver.

La reforma fiscal que está diseñando el gobierno, según se ha filtrado, rebajaría el IRPF alrededor de un 5 por ciento para la mayoría de los contribuyentes, los 11 millones que están en unos ingresos de entre 12.000 y 60.000 euros al año.

Bajada que se neutralizaría con la supresión de la deducción por vivienda para más de la mitad de los contribuyentes.

Y ya no digamos si en paralelo se sube el IVA. La bajada de impuestos quedaría más que neutralizada.

Espero que se lo piensen mucho y además habría que ver si se puede hacer con carácter retroactivo. Parece que está sobre la mesa, aunque huela a globo sonda.

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