No te va a gustar – Por lo que se ve, ellas lo hacen mejor


MADRID, 16 (OTR/PRESS)

Angela Merkel formaliza su gran coalición con los socialdemócratas, con quienes hasta ayer mismo, como quien dice, peleaba por cuestiones sustanciales en campaña electoral. En Chile, Michelle Bachelet cierra una coalición que va desde democristianos a comunistas. Todo en aras de una gobernación posible, que abarque a la mayor cantidad de ciudadanos en las tareas del poder. Se puede argumentar que los electores no votaron por una amalgama de quienes se presentaron a las urnas con programas diferentes y hasta contrapuestos. Pero también se podría aducir que esas urnas no arrojaron las mayorías absolutas necesarias para imponer una línea de actuación a todos los demás. Y, personalmente, yo añadiría algo: desconfío de las mayorías tan absolutas que anulan a las demás fuerzas políticas, que minimizan cualquier otra iniciativa.
Sospecho que esto último es lo que estamos viendo en España: con el toque de trompeta de la mayoría obtenido en el Parlamento se acallan otras voces, se anulan ideas diferentes. Y no: la mayoría absoluta no da a un programa la razón, máxime cuando este programa se incumple sistemáticamente. Porque las circunstancias mandan, de acuerdo; pero se incumple.
Se me ocurrió sugerir la conveniencia de una gran coalición en España, o de un amplio pacto parlamentario al menos, ya a finales de 2007, cuando publiqué un libro titulado «La Decepción», en el que los rostros de Zapatero y Rajoy aparecían en portada. Claro que nadie tenía por qué aceptar tal sugerencia, contenida en un libro -ya lo dijo Azaña: si quieres que algo permanezca oculto, publícalo en un libro- de humilde circulación. Muy pocos lo pedían entonces. Pero a veces el tiempo da la razón a quienes nunca fueron oficialmente ungidos con ella: no me negará usted, amable lector, que un gran pacto entre socialistas y populares, suscrito en 2008, antes del estallido oficial de la crisis, nos hubiese ahorrado muchos sinsabores, muchas ocurrencias, algunas tonterías y ciertos retrocesos.
Y conste que no digo yo que ahora tengamos que forjar una «grosse koalition» a la alemana, y menos a la chilena. Solo digo, y por esta vez parafraseo al «Financial Times», que estamos ante «una España que llora por la necesidad de una renovación». Sea considerando el tema de Cataluña, sea en tantas otras cuestiones ante las que parece que algunos están nerudianamente como ausentes, por todo lo que callan. Y por lo poco que hacen, con lo activos que se muestran, en cambio, en tantas cuestiones absolutamente prescindibles.

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA

Lo más leído