Escaño Cero – La luz


MADRID, 19 (OTR/PRESS)

Nos suben la luz. Se veía venir por mucho que los ministros Montoro y Soria hayan mantenido sus más y sus menos respecto a la subida de la tarifa eléctrica.

Había que ser muy ingenuos para creer que no seríamos los ciudadanos los que pagáramos a las compañías eléctricas el llamado «déficit de tarifa».

Por tanto, me parece a mí que es urgente que el ministro Soria se explique ante el Parlamento, si, pero también ante los ciudadanos, porque afirmaba que esa subida no se produciría y ahora se va a producir.

De manera que prepárense porque a partir de enero pagaremos en torno al cinco por ciento, o quizá más, en el recibo de la luz. Y esto sucede al tiempo que en el Congreso, con los votos del PP, se ha rechazado una propuesta de Izquierda Unida para que quienes están en una situación de pobreza y no pueden ya ni siquiera pagar el recibo de la luz o el del agua, o del gas, no se vean sin este suministro.

Desde el PP se dice que el Gobierno hace todo lo que puede para paliar los problemas de las familias azotadas por la crisis.

Pero, aunque así fuera, lo cierto es que lo que el Gobierno hace no es suficiente, entre otras cosas porque para las compañías que suministran estos servicios básicos su principal objetivo son los beneficios y nada quieren entender de las dificultades por las que atraviesan miles de familias que sencillamente no pueden pagar por esos suministros.
Lo cierto es que resulta insoportable que en estos años se haya convertido en algo habitual ver a tantas y tantas personas revolver en los cubos de las basura en busca de algo para comer. Son decenas los ciudadanos que rebuscan en los contenedores de basura de los supermercados, y de las grandes superficies, para hacerse con los alimentos caducados o desechados. Y quienes se ven en esa situación es porque no tienen otra opción.

De la misma manera que hay familias que tienen que optar entre la calefacción o comprar alimentos, entre la calefacción o pagar el gas, entre la calefacción o pagar el recibo del agua, y lo primero que sacrifican es precisamente la calefacción.

He leído, creo que en El País, una información que asegura que la Encuesta sobre Condiciones de Vida de Eurostat, arroja la cifra de cuatro millones de ciudadanos españoles que viven en lo que denominan «pobreza energética».

O sea que no pueden hacer frente al pago del recibo de la luz. Por eso cuesta comprender que desde el PP se hayan negado a tomar en consideración la propuesta de Izquierda Unida buscando una solución al problema de quienes nada tienen y por tanto pagar el recibo de la luz, o del gas, o del agua, es sencillamente imposible. Un país que se precie no puede permanecer impasible ante al sufrimiento de los ciudadanos.

Además con la nueva subida de la tarifa eléctrica los ciudadanos nos vamos a empobrecer un poco más. Y la pregunta es:¿por qué tenemos que ser los ciudadanos los que paguemos los problemas de las compañías de electricidad? No sólo el ministro Soria, también el ministro De Guindos había dejado dicho que el llamado «déficit de tarifa» no correría a cuenta de los ciudadanos.

Por su parte las compañías hacen números y dicen que no les cuadran porque a través del recibo de la luz se financian las empresas de energía renovable y las ayudas al sector del carbón.

Lo cierto es que los ciudadanos somos en última instancia los que, a la hora de la verdad, corremos con todos los gastos.

Vamos a empezar el año con una subida importante en el recibo de la luz pero al menos el Gobierno debería de arbitrar la manera de que quienes nada tienen no se vean en la tesitura de ver como les cortan el suministro de servicios básicos sin los que es imposible vivir dignamente como es la electricidad, el agua o el gas.

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